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MILAGROS cha fe la hiciese sobre sus ojos su bendicion; du 3 E sela, y sin otra medicina se halló el otro día con los ojos muy claros, sanos y con vista perfecta, E 192. Beatriz Martin viuda del Doctor F rancisco a Burgos, caballero y abogado fiscal del patrimonio real en el reino de Valencia, afirmó que estando una vez hablando con el P. Ignacio en la portería de su i convento en Valencia, llegó 4 él una mujer que no - moció, con un niño de la mano, y le dijo: « Señora, me ee dicho que ese Padre con quien habla ha - dado vista á un ciego: ruéguele que le dé su ben- dicion á este niño. » Rogóselo, y el P. Ignacio le dijo 4 la mujer: « hermana, entre en la Iglesia y encomiéndese á Dios. » Otro dia, estando en la misma portería hablando con Magdalena Cuevas . mujer de Ramon Badia, vió estar cerca una mujer a que no había visto otra vez, que traía un niño enfer- E mo de los ojos, y llegándose á ella le dijo: « ¿Ud.no - ys conoce á este Padre con quien habla? sepa que es un santo grande: á un hijo mio que hacía que mu- : chos años estaba ciego, le ha dado vista sólo con DS - a sus manos sobre los ojos. » Todo lo oyó el ps - Ignacio, pero hizo como quien no lo había oido: y vuelta á él la dicha Magdalena Cuevas, le dijo: - .« Padre, ¿no oye lo que dice esta mujer? »; respon- dió: « dejala que es una bendita, Dios le ha dado la vista á su hijo, y dice que se la he dado yo ». Dijole Magdalena Cuevas: « Padre, dele la bendicion 4