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152 i MILAGROS ronse del P. Ignacio, llamáronle confiando seria a único remedio de tan desesperado mal. Fué pu 3 al punto, y entrando en el aposento, la enferma se — sosegó: luego dijole los Evangelios y diole unos Nombres de Jesus para que se los diesen con un poco de agua. No los había apénas tomado, cuando se serenó toda aquella borrasca de tantos y tan ma- lignos accidentes: se le quitó la apoplejía, la calen- tura, el frenesí y la rabia: y quedó tan libre como - si no hubiera pasado mal alguno, con admiracion de los médicos y de cuantos la habían visto poco ántes apretada de tantos males juntos. 179. Beatriz Vazquez mujer de Francisco Hor. nandez, vecinos de la ciudad de Murcia, hacía mu- cho tiempo que estaba enferma de hidropesía y ca- lenturas continuas. Estando dormiendo una noche tuvo un sueño, en que veía por el rio Segura de Orihuela á Murcia, un barco en que venían dos Padres Capuchinos, el uno de muy venerable aspecto que le pareció un grande Santo y muy viejo: pero .. cuando despertó, no hizo caso, túvolo por sueño ordi- nario. De allí 4 dos meses, oyó decir que había venido á la dicha ciudad un Padre Capuchino, y que hacía muchos milagros, curando á muchos de diferentes - enfermedades, y que la ciudad toda se iba detras Se él, venerándolo por santo. Con deseos de curar med padecía, aunque con mucho trabajo suyo le buscar á la casa en donde estaba hospedado. 4 APO AREAS id TÍ. A AGUA. 3 a , 9 e y A ¡e 4 E 1 2 q >» ed SE AA ARI DD E La + td AE -

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