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Saad XXITL. 141 podía tenerse en pié ni moverse de ningun lugar. Díjole al P. Ignacio: « Es imposible que yo vaya mañana á la procesion general que se hace en la Villa, de la Virgen ». Respondiole él que sí iria: « bien podrá ir ». Replicó el P. Guardian: « Si me hallo como ahora, es imposible que vaya ». Volviole á decir: « Si, irá: mañana estará bueno ». Repli- cole: « Será necesario que me ayude con sus ora- ciones ». Respondiole: « Yo le encomendaré al Señor. » Aquella misma noche experimentó la vir- tud de sus oraciones, porque levantándose de la cama, se halló tan bueno del todo que fué al Coro á Maitines y estuyo en ellos en pié: y fué á la tarde con los del convento á la procesion general sin trabajo, y volvió 4 pié al convento con ser bien larga la distancia que hay del convento á la Villa. 161. Otra vez siendo Guardian de nuestro con- vento de Játiva el mismo P. Fray Jerónimo, le fué forzoso ir á comunicar un negocio con nuestro P. Provincial, 4 Orihuela, donde entónces se hallaba. Antes de comunicárselo al prelado ni á nadie, le manifestó el P. Ignacio todo lo que traía en su pecho: de que quedó sobremanera admirado, pues no lo «podía saber si no se lo hubiera revelado Dios; con que claramente conoció, en este y en los otros casos que atestigua, que el P. Ignacio tenía recibido de Dios el don de profecía.