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VIAJE predicar dos dias unas funciones del Sr. Conde de S. Rafael , en ellos concurríÍ varios dias con el P. Fernandez, pero no hablamos porque no dieron lugar á ello. Despues en Cortes prediqué otros dos sermones, y uno en U brique donde estuve el dia 24. Ac quí está dis puesto que la tarde del 30 principie los ocho dias de ejercicios para los Ke lesiásticos, y que concluyendo estos el 6 de Noviembre, el 7 se publique y siga la del pue blo. Para esta Mision no tuve preparacion en Málaga más que la de hacer la confesión general del año; y para suplir algo este de- fecto, hoy lo tengo de retiro aunque no con toda la abstracción que deseaba. Mi interior par: 1 ello lo veo sose ado y con una € le rta superioridad á mi mi seria y áaá cuanto ocurra que me piarece nueva. Es verdad que he procurado va- lerme de las muc has instr e iones que á la caridad de V. debo para olvidarme de mí y arrojarme confiado en las manos le mi Dios para lo que guste. » Y en la misma carta añade lo siguiente: « Ya empieza mi interior á aficio narse á la oracion y retiro; y aunque ella sea seca, 6 de una lijerísima ins- trucción en alguna reflexion doctrinal á que me siento inclinado más que á Otra cosa en el asunto que me pro pongo; con todo es notable el deseo E ocuparme en ella para el fin de las dos cosas que únicamente llenarían mi corazon, si las viese e umplidas; u na la semejanza por imitacion con Je- sucristo mi Señor: y otra llenar todo el fin á que el Señor me ha destina- do, con toda la perfeccion que quiere de mí. Sólo esto puede llenar mi co razon junto con h salvacion de todos los hombres y gentes del mundo. » 223. — Como el venerando P. Gon zalez, su Director, animándole para santificarse á sí mismo y santificar á los demas, Seo á re presente arle los de os ' Dios sobre su apostola- do, > edi aba que dentro no mu- cho e la muerte le separaría de su espiritual direccion, el humilde y santo discípulo, concluía la misma Carta con estas palabras /1): « ¿ Qué diré á V. de mi alma de su última Carta que recibí en Málaga? sólo mi dureza pudo resistirla para no caer Y MISION Á JEREZ. 4 en tierra con su contenido. Leía los anuncios de las obras de Dios por este su vilísimo instrumento, los abatimientos, persecuciones eto. y los fines de su mayor gloria y de la Santa Madre Iglesia ú que se dirigen, y el entrañable amor que á esta bue na Madre tengo me hacía rebosar el y y * sentir tardase la hora de sacrificar mi honra y vida, y cuanto soy en defen- gozo por los 0108 parecerme dulce sa de su hor libertad etc. Sentía y siento infinito no ser ó estar pro- porel mado, y ' n nas | impedir la obra de Di: > si sucediese, no habría onsuel corazon, porque ansia bias A lO. que puedo decir, por llenar el fin á que soy des- tinado, como V. me lo enseña, exhor- ta y manda ¡Ah! no permita el So= ñor llegue á tanto mi infelicidad que muera sin perfeccionar su obra! Lle gué por último á aquella claúsula: puedo ase- gurar á V., P. de mi alma y de mi corazon, fué tal el movimiento de es te y la consternación de mi miseria, que ni en la oracion ni fuera de ella, hallaba como enjugar mi llanto; acor dábame de lo que soy, 1 de lo que es ', para mi alma, lo que esta le debe, lo que sin tal Padre teme de sí, y me deshacía en lágrimas, Procuraba valerme de las reflexiones que para abrazar la voluntad de Dios, debo á la caridad de V., pero nada adelan- taba. Acordeme de lo que me dijo V. en la mesa de esa santa Cartuja, que ni V, me había de auxiliar A US en el tiempo de mi batalla, y todo junto era una prensa para mi pobre corazon. Por último, P. amadísimo mio, V. tendrá razon para reñirme cuanto guste; pero ¿no la tendrá este pobre- cillo para llorar la falta de un padre que es el ser y el todo de su alma ? ¡ Oh! ¡ qué será de mí, si V. y Dios me dejan á mi libertad! Lo que sobre esto quiero pedir á mi P, lo haré á la vista, si el Señor me concede es te consuelo. No olvide V. mi necesi dad para darme su bendicion. » 224. — Empezó pues su Mision, predicando primero al Clero y despues al pueblo: la Mision al pueblo empe- z6 el 7 de Noviembre y concluyó el 11 de Diciembre con PAGS frutos. El mismo Beato nos dirá oeste e£nceso No viviré yo entónces ; A ra A cg a a