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MISION gustosos, el auditorio, sobre porque ser numerosísimo, fué de los más lu- cidos que pueden Verse, porque fué todo de gente ] instruida. Esto es, Padre de mi alma, lo sucedido: escogida e yo ofrezco á V. estos tres grados que me han conferido de Maestro en Fi losofía y Doctor en Teología y Cá- nones. » 186. — Animó á su santo discípulo el prudente Director, anunciándole las maravillas de la Divina Bondad 'en su favor. Por esto en su respuesta el Siervo de Dios ántes de proseguir la relacion la misma Mision de Granada, le (1): « Padre mio, singular aprecio y extraordinario recibo en este la de V. del 8 del corriente. Pero ¿ cómo diré los mí hizo? Siento me falten expresiones ; porque quisiera entendiese V. que cada carta suya me da un nuevo sér que no lo entiendo. ¡Qué dilatacion! ¡qué resolucion! ¡ qué conocimiento de mí! ¡qué amor á Dios y á los prójimos! ¡ qué amor sosegado de dar mi vida por ellos! ¡qué disgusto es ser el que soy! ¡ qué deseo de ser el que debo! ¡qué fácil me parece todo ! ¡Oh Padre amadísimo de mi alma! ¡ qué rendido le está á V. este miserable pecador! Dios Ntro. Señor dé. á conocer á V. lo que quiero, y no sé decirle Hay al- gunas expresiones en todas sus cartas, que por la abundancia de espíritu que comunican me anudan la garganta y embargan la respiracion de modo, que es necesario suspender la lectura, y de los sucesos de escribe con consuelo efectos que en dejar correr las lágrimas, ó dar lugar á que respire el corazon. ¿ Qué es esto ? yo no lo entiendo. Sólo que en cada carta que me trata V. de esas reglas de mi gobierno, me sacan de mí, y otra region donde pienso, quiero y trato de un modo muy diverso, que el de hasta entónces. No sé e no reventó mi corazon cuando leí en la penúltima: que sería el h Só me llevan como á Ómo redero del espiritu de S. Francisco mi Padre. Sólo un co razon tan empedernido como el nro pudo sufrirlo y resistirlo. , 187. — « Esta última en que me dice V.ó me repite los fines á que soy desti- nado, y que pelearé, venceré, y moriré 1) Carta de Guadix, 16 Mayo 1779, DE GRANADA ' 1 Di contra me asistido de mi Dios, luchando este fatalmente ilustrado siglo, y enseña el modo de proporcionarme para ello, hizo iguales pero me llenó de indecible amargura cuando me dice puedo no llenar estos de dejo llevar de mis fervores, y enfermo con la tarea. Oh, Padre de alma! ¿ no vé el Señor que sólo hago lo que no puedo ex ¿ No No me lo aprueba pues V. por que le he de impedir su obra t Contfie se deshace mi corazon de sólo pensarlo. 11 non l quam sapere oportet, (que por la luz de V. he lo- ; casi efectos: fines Dios si me mi usar ? lo dispone así? sy 1 pues plus rado entender en él lo que ntes ignoraba), se ha fijado tanto en mi espíritu que al modo de un cuchi- llo siempre me está hiriendo y atormen- tando. Si V. empeña con Dios, soy perdido. Nada quiero en el tierra sino llenar su vo- quiere de la vida, pues sólo no se cielo ni en la luntad, y el todo de lo que mí. No me quite el Señor hasta lo cumpla; pensar lo contrario me es de indecible angustia, » Luego sigue el Beato refi- riendo la historia de Mision, di- ciendo: 188. — « Ya salí de Granada, donde no ha faltado que ofrecer á Dios, ya por el material quebranto causado de de la que su los locos, extremados aplausos gente de tode clase; y ya por al- guna desazoncilla de resultas de la predicación. Los aplausos han sido des- medidos: se dijo lo de la paloma, que la vió una pobrecita de un Ingarito de la Vega, la voz de un pobrecillo baldado 6 cojo que dicen tiró las mu- lotas y á andar con un evange- lio 6 cédula, (y yo lo ví); se dijo de al- gun otro desahuciado haber recobrado se divulgó el modo de opina de los más doctos las corrió echó su salud con las cédulas: sobre mi predicacion: había de comunidades todas los Religiosos más aves y los doctores y demas ecle- siásticos recomendables por sus Canas, su virtud, ó sus letras ó empleos, que de todos á porfía venían á los sermo nes, que se sentaban en el suelo como los demas, que corrían precipitada- sitio aun 4 presen- veían mente por lograr cia del llo. y su Cabildo: mocion, su llanto etc., y fué la causo creyesen había su (creo pensasen 65
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