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MISION DE tud del Señor (1): « He esperado ver algunos efectos de la Mision de esta Ciudad para escribirle á V. Hice lo que v. me ordenó en disimularme enemizo de este fatalmente ilustrado siglo. Re servé este punto para el último dia en la catedral, y en él hablé con bastante cla ridad y ardor, pero siempre poniéndo- me ó6 haciéndome al favor del Prelado sin dejar, creo, cosa por decir aun en este modo de dorarlas. Los efectos han sido general y universalmente admira- bles. El lllmo., loco de gusto: el Cabildo extremadamente complacido: los ecle siásticos lo mismo, y el resto del pue blo se muestra en igual disposicion. Ha bía necesidad de lo hecho y parece ha sido oportuno. endito Dios por todo y el Señor premie á mi P. de mi alma la luz que me da para manejarme en mi ministerio. En los dias en que prediqué en la Catedral, que fueron 7, se hizo en tres mañanas la Mision al Clero en la Iglesia de $. Felipe Neri, presidiéndola el Señor Arzobispo: con- currieron las comunidades, colegios, ca bildos etc. yo tuve mis acostumbrados temores y amarguras; pero tanto do minio y libertad en el púlpito, que me admiraba, y no ménos la abundancia de sagrada Escritura, Cánones, y Teo- logía de que usaba; parece excedió á la expectación de todos, y aun á la del llimo. Quedé rendido de fuerzas,y el Se- ñor Arzobispo compadecido, convidó á todos los eclesiásticos para que el dia posterior á tres (el cuarto día) asistiesen á una Misa cantada con el Señor Sa cramentado patente y rogativas solem- nes por la salud de este mal sacerdote: como en efecto así se hizo á presencia de su lllma. y general satisfaccion y gusto de todos. » , 1891. — Acabada esta notable € im- portantísima Mision que 4ué para nuestro Beato de tanto consuelo, pasó á dar otra en la parroquia del Sal vador en el Albáicin, y despues en las Iglesias de los PP. Domínicos y Observantes, aprovechando el corti tiempo que le quedaba para dirigir la divina palabra álas Religiosas, Pre- dicó ademas al Real Acuerdo, á todos los Ministros. de la Cancillería, á la Curia eclesiástica, 4 la de la Ciudad y 1) Carta de Granada. 28 Abril de 1779 GRANADA, 65 á la Real Maestranza como se dirá más abajo. Prosigue el Beato la narracion de su Mision de Granada, y dice : Es mucho, Padre mio, lo que ha llenado la Mision á las gentes prin le ell te € 1 cipal Ss. La más especial resulta « 1 J La ha sido, que teniendo esta Universidad la fiesta +] tros al Señor Sal Agustin el será el cinco de Mayo, me dia de su conversión, que MISIeron para el sermon; á que hube de ren- dirme, porque me parece no pude otra cosa. De aquí han pasado á querer eraduarme, y no obstante la resistencia que hice, por claustros plenos y por voto de todos fué acordado y vino la deputacion con toda solemnidad á no ticiarme lo acordado. Ya este Reveren do P. Guardian me había mandado admitiese y asi lo hice protestando mi suma miseria ete. ; los Señores es- cribieron á mi P. Provincial, y hoy se espera su respuesta: el dia señalado para conferirme el grado, y hacer el juramento, es el 4 víspera de la fun cion. El grado es en Teología y Cá nones. Lo participo á V. lleno de confusión, para que si llega ese dia mi carta a sus manos 0 anles, no me miegue el poderoso auxilio de su ben- dicion. — En esta borrasca no han faltado vientos de vanidad y propia satisfacción; mas procuraba acordarme de mi Dios tratado como á fatuo por Herodes ete pensa este honor para mí impropio. ofrecióndole en Irecom- Otras veces me iba con V. y puesto á 5us pies, pedía me los pusiese sobre mi pecho y cabeza y aquí conocía sensiblemente desvanecerse la tenta cion y su complacencia. Pasada esta (aunque no deja de golpear) sigue una no pequeña amargura y profundo desconsuelo que no sé explicarlo, Dios me mire con misericordia. ¡Ob!¡con cuánta angustia miro esta multitud desmedida de aplausos! temo, P, de mi alma, si ellos me robarán mi Dios, porque le robé yo la gloria que á Ll solo mn le debe, Quisiera ' 2¿conderme en las entrañas de la tierra por no verme en estas cosas. 182, — « Mi predicación fuera de la Catedral es dulee carimosa y suave; los afectos de « ontricion con el santo ( 'ruel fijo tiernísimos y eficaces, y para mí poco ó nada trabajosos aunque nada dulces en mi interior porque siempre soy piedra ! Ú qN ! l / ora PENN |
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