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A 52 CAPÍTULO XIV. suplicaba con muchas 19TimMas, ¡ue Di si leno de ardentísimo no le dejase en este miserable d cel lo su semblante ra tierro, « 1lcanz le Di quien vOS laz qu ueron vistos de no ¡ba 1 Ñ SCoZzar Ñ ler Ñ ñ pol e IVIO nacia el sep ler: cuanto ánte El 1 ¡bund vá l del B. Pos S, 11 cándole ' que contestó en est Lerman ( No es se levantas li su tumba á ver á su « tiempo aun de que muera igue si Ciudad de Córdoba tan corrompida « viendo á nuestro Señor con todo es- Kstas voces de verdad fueron como « mero, y cuando oiga pre Uca! a saetas pen tantes para los cora- « $. Pablo, ten entendido que tu muen zones de todos los cireunstantes quie « te está muy pDroXxima. » Corrieron nes prorumpieron en lágrimas y sus- muchos años en los cuales fueron á piros. Siguiose á este y á otros aquella ciudad 1421mmo 31105 MIsiQner: sermones una reforma general en 10 como el Padre Pedro ( alatayul de 14 da la Cl idad con Conversiones muy Compañía de Jesus, cuyas obras y extraordinarias, de las cuales no po doctrinas apreciaba en mucho nuestro | cas en personas de la primera noble hermano, pero nada le traía á la me- | za, equi abandonaron el siglo, es moria al dicho Beato Posadas. Fué el cogiendo la austeridad de un Claustro Beato Diego la primera vez allí, y o- | religioso, en el cual yiviesen y murlte vendo el referido religioso lo mucho | sen llenos de gloria. que se decía de su predicación, aun 140 - Lo que en este tiempo pa que estaba muy achacoso y lleno de | saba por el espíritu de nuestro Beato, años, pidió á su prelado le proporcio viendo cuan largamente bendecía el nas el gusto y con uelo de otrlo. En | Señor sus apostólicos trabajos nos lo efecto lo tuvo sin salir de su conven | da á conocer en la siguiente carta que to pues en él predicó, le escuchó ab- | escribía á su Director (1): « P. mio; SOrto, y recordando al instante la e pe ¡s1 fuese yo capaz de expresar a cie de su Beato compañero, decía entre | V. lo que sus letras causan de es sf: « mi muerte está cerca », sin que | fuerzo, valor y resolucion, rendi esto le causase aflicecion 6 tedio. Con- miento y deseos en mi alma! no lo cluido el sermon se fué á su Prior y sé, no lo entiendo y ménos puedo le dijo: « Padre, yo me voy á morir; explicarlo. Créame V. (pues le hablo « se termina muy pronto mi vida, | como á mi Dios visible y que no se le « porque ya he oido predicar á 5. Pa- | esconde lo oculto de mi corazon), que « blo, y este fué el termino que le Sl me mandase Ir de aqui al fin del « puso nuestro Venerable P. Posa- | mundo, ó hacer lo más dificil que pueda « das. » Y refirió lo que hasta allí ha imaginarse, me sería todo tan fácil pa “a mi voluntad es bía tenido oculto Aunque de tanta edad ra ejecutarlo, que pa y padecido de achaques, no prometía j como sl va lo tuviere hecho, y sólo me morir de ellos, si no sobrevenía enfer- | amarga si me hallo lizado con contra medad mayor; y así procuraban los | ria disposicion de mis Prelados: no la religiosos disuadirle la especie, mas 6l | tengo para lo que V, ahora me manda, y instando en ella procuraba disponerse así voy á ponerlo por obra, sin pen como verdadero relionl SOU, Se despedía sar en nada más que esta sera la VO de los demas; y ello fué que agra luntad de mi Dios, pues que así me vándose muy luego sus dolencias, mu lo manda. Los varios sentimientos de rió al tercer dia con general sent mi corazon no me p Érmiten decir á Y miento y edificación de su comunidad, | lo que en él hay; mas V. lo conoce y dejando en ella una nueva prueba del sabe cómo lo ha de tratar y domar este espíritu de profecía del B. Posadas y ¡ bruto, que sin duda necesita de sujeción de la virtud, santidad y perfeccion del | y palos. Las fuerzas andan escasas, por espíritu de nuestro B. Diego, que tan que el camino ha sido algo penoso por de antemano reveló el Señor u aque ' los cal ros y tral ajos mex: usable - que su siervo, que sería parecido al de San ' le acompañan; el interior con mil tenta Pablo. ciones obscenas en castizo de la so- 139. Una tarde predicando el | Beato en el mismo Real convento de a S. Pablo de PP. Domínicos de Córdo- ¡ 1) Carta de Málagá, 11 Mayo 1775.