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A | | | | 400 APÉNDICE asegurases te sacó del mundo : esfuer- za tu fe y tu esperanza, y verás des- vanecida esa montaña de humo, (Ron- da, 14 Agosto 1781). Siento mucho, hija mia, las afliecio- nes que padeces: mas ellas convienen para las felicidades que en esta y en la otra vida quiere el Señor. conceder- te. Toléralas con paciencia, ten fe vi- va, segurísima en la esperanza de las divinas promesas, y no dudes verás cumplidos sus altísimos fines. (Hála- ga, 25 Junio 1782). Yo me hallo, bendito Dios, libre ya de las tercianas en que he recaido tres Ó cuatro veces: mas la cabeza si- gue bien fatal, de modo que no me deja hacer cosa. — En tus interiores trabajos nunca temas: el Señor con ellos acrisola tu espíritu para hacerlo digna habitacion del suyo: espera hu- milde y resignada, segura que el Se- ñor no te dejará perecer. (Ronda, 3 Setiembre 1782). De nuevo te encargo á la hermana Santa Teresa, para que si le notas al gun defecto se lo corrigas á nombre mio; procura no se acompañe mucho con las jóvenes, para perder el tiem- po en conversaciones ociosas: que se aplique al trabajo y al santo retiro de las criaturas: que sea puntualísima en cuanto le manden, sea quien fuere ; que no falte jamas á los actos de Comuni dad, ni descargue en otra el trabajo que á ella le corresponde. (Málaga, 10 Diciembre 1782). Me alegro te haya Dios consolado por algun tiempo con la suspension de aquellas tentaciones que tanto te afligen y molestan: nunca dudes, hija mia, que Dios es testigo de ellas, pa- ra que con esto te alientes á pelear econ estuerzo, segun que estará siem pre contigo para ayudarte y sacarte de ellas victoriosa. Ten. cuidado de no separarte de. los santísimos llaga- dos pies de tu amabilísimo Redentor para que te sea ménos duro ese. pa- decer, (Madrid, 23 Abril 1783). Veo por las cuatro palabras que me pones en la esquela de la hermana Santa Teresa, lo mucho que su Ma- jestad te ofrece con ese gran trabajo. Créeme, que me compadece sumamen- te, pero aliéntate ú llevarlo con la mayor resignacion, en la segura espe- ranza de que Dios no se _apartará de tu alma, para pelear en tu defensa y darte al fin la victoria de ese y de los demas enemigos. La humildad, la re- signacion y el amoroso interior tráto con Dios te harán conseguir un * glo- rioso triunfo. No temas, que Dios está contigo en la tribulacion. (Alealá de Henares, 5 Mayo 1783) Esto me hace compadecerte en tus tribulaciones que conozco son gravi- simas: pero como el Señor te ama tanto y cuida de ti cual si estuvieses tú sola en el mundo, estoy segurísima que con su divina asistencia, nunca llegará el enemigo á derribarte, si tú de antemano. te previenes con resig- narte con -su santísima voluntad y poner tu corazon á los pies de tu a mabilísimo Esposo erucificado y de su Madre benditísima. Nunca te falte es- ta segura esperanza, aunque te veas en lo último de la atliccion ó padecer, El tiempo que se te diere de tregua ó descanso, empléalo en ejercicios de a- mor, humildad, fe, y enajenacion, pues para esto es aquel fuerte padecer. Dios te fortalezca para que nunca desma- yes. (Ronda, 11 Julio 1783). Por Dios te encargo nuevamente me avises con secreto de lo que ta sobri- na haga: le digo se vaya al Novicia- do, deje al Confesor que tiene, se se- pare de Sta. Paris (1), no tenga grada ni aun con su hermano, sino cuando venga á ella su madre, la Señora Mar- quesa etc. »i en esto faltare, no retar- des el decírmelo. (Ronda, 29 Julio 1783). En tus asuntos sigue fielmente la voz de tu Director, aviva tu fe y dé- jate á la voluntad de Dios que sabe lo que más nos conviene y da las fuerzas para llevar el trabajo que quie- ra enviarnos. — Yo estoy penosillo de la cabeza, por lo ¿ue me han sangra- do cuatro veces, y así por esto como por mi mucha tarea no puedo exten- derme más. (Ronda, 12 Ayosto 1783). Recibo la tuya que me deja bastan- temente compadecido de tu padecer: bendito Dios que te lo ofrece. Consué- late, hija mia, con saber lo permite su Majestad para tu segura salvacion y para tu aprovechamiento : y nunca du- des asista Dios en tu corazon y espí- ritu para defenderte del enemigo y (1) El significado es oscuro,