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APENDICÍ que nó peugr ni sé 31 la: mas se requiere mucha fi ielidad, constan y fervor para cumblir las leye : esposa V. no deje jamas cion, aunque a 1 leo sea ni 4 so de las ja eculato dia 51 nacer hace, per: cuanto todo á amor 10 sólo su ¡ recurso 1085 1000. cartas, ie han lle nado n de compasión y sel ; ' tinmmento por las aflieccioónes y trabajos del suyo. Con ellos cuando son inte mores de tentaciones, rep 1ancias al estado eu convien í e de 10 que fuimos en el sigio | 14 Dios ] lo que sería hoy de nosotros si en a quel est do nos nubes jmitado la vida vel simo bene 10 nos hizo : $ E > i i Ín traernos a ía 4 ion, 1u i qe 11 cual sn duda fuéramos perdidos. que uí 1 i á aqui despues de 10 y nad 4 3 por su amor, « urau te con su gloria, y cedido sin pen “a no hay sa tenta demas quebrantos que en el 1tod0, hija tencia estable vacion, esa la tenemos en Jas ciones y estado se padecen y mia, lo mucho que Dios hizo para sal varnos, y lo mal que le el remedio general y el más efi sobre corresponde- mos; caz, son las llagas de Jesucristo cru V. de allí su co- razon. v hallará su total remedio. Pa ra la-fálta de asistencia del Director, es conveniente le' diga V. con claridad cificado: no separe que si no la ha de asistir, la desen- gañe para buscar otro: porqué asi no puede pasar, V SI diere no puede, no Má detenerse en buscar quien pueda. laga, 8 Setiembre 1780). Me alegro tengas el alivio de la fre cuente asistencia del P. Castro: mién tras ella dure, sigue su dirección, para sin Si que no se desazone si ve 1 noticia has elegido Direttor; el retirarse como hasta del que ¡u 1ne mas zo que suceda rarás á la aireccion aquí, te entr P. Ju: “tin. tro, que no pu te gobierne, sistirte, te estrechan á buscarlo y que avisándole ántes al P. Cas diendo tú vivir sin quien su Merced no poder a 399 va lo tienes. Siento, hija mia, tus padeceres y quebrantos, mucho de tu interior. En ellos ns ] amabilisimo Dios para que, pero ¡Ss Ap IPOS te pone el peleando contra tí misma, te hagas acreedora al premio v la corona que prometido. Mira, hija, este no €s empleo para cobardes: sabes se te hs que aliéntate y esfuérzate con la certísima esperanza de que Dios estará contigo, Jara que no perezcas ni desmayes en la tribulacion. Cuando te vieres fal ! míralo como te se pa, y to pa lecieres. Am Le yv nada te será penoso (Isla de 27 Marzo 1781) borrasca de presenta en se te hará suave cuan con todo tm Co tenta e acobardarte, aun ciones no tenes q perder el temor en ellas: mia, mas no cuer de teme, hija para ánimo ; vive segurísima que ahora vi ve Dios más de lleno en tu alma, y que ¡as racias con que te asiste, son mucho mayores que las pasadas, y de consiguiente 10 sera el mérito y la co la otra vida : trabaja mucho paz de tu interior y 'Onserva a cón la Cer teza que en pasando este furioso tor nuevos fervo Dios y Uréete que el amor ex- acrecentar la esperanza hallarás con Lon beltino, e res para servir y amar a tu divino Esposo ama, 1e hace 0 ratos, y que Su fin Esto ha mucho tremado con que te trecerte esos maig es acercarte maás a Si, tiempo que lo estaba yo esperando y va 10 eci que ya legó el tempo de padecer algo por su amor en retorno de mucho que padeció por tl. No te fatigues, hija hacer muchas contra acias al Señor menos, mia, por cosas IL Procu > OPE ella. rocura poner tu corazon «ul pies de Jesucristo mi Señor los santisimos Crucificado, Y empéñate en no sepa rarte de allí; con esto sólo vencerás y saldi muy gananciosa, Acuérdate que eres su esposa, que Le dió por dote su eruz y por alimento sus mé- mo si fueses ritos infinitos, y que Cl miraba lempre por tl. No ol g£014a asi vides tampoco que eres hija de María Santísima nuestra Señora, sin que ni tú puedas renunciar esta felicidad, ni desentender e de tU es la santísima Ñ » y p o Di tu asistencia y protección. Para el Cielo, y cuanto en él tiene el Señor, todo lo dispuso para ti, y para que lo Senora

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