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| | | | | | | | | | | 398 APÉNDICE vencida, Hágalo V, así y no tema. (Priego, 31 Julio 1778). Esto (saber el gusto con que sique en la easa de Dios) fué para mí lo que más llenó mi interior de consuélo. El Señor quiera conservarla en su santo propó- sito. Así será, si V. vive cuidadosa de manifestar pronta y claramente al Di- rector cuantas tentaciones, tristezas 6 desconfianzas sintiere en sí, pues este es el más eficaz remedio para tales males. — Las dudas de las cosas pa- sadas de la vida, debe V. despreciar- las con todas aquellas cosas: tanto, que ni para confesarlas ha de hacer V. caso de ellas. Mire V., hija de mi corazon, que en lo contrario hay mu- cho que temer y de que escrupulizar; eréalo así, y sacuda como una tenta- cion el pensamiento de confesar nue- vamente lo pasado. Así lo mando yo, porque mi Dios lo quiere así. Cuidado con esto. (Málaga, 11 Setiembre 1778). Te pido te cuides mucho y excu- ses toda mortificación. corporal por ahora (por estar enferma) y que sin olvidar la interior de pasiones y sentidos, procures roborar lo a- trasado. Dios te prueba de todos mo- dos, porque te quiere y te ama más de lo que piensas : procura serle fiel y agradecida, y no temas, que todo será felicidad para tu alma. ¡Oh cuán- to te ama Dios! Dichosa tú, si toda te das á sus amores, (Málaga, 9 Mar- 230 1779). Yo llegué aquí ayer, y hoy princi- piaré la Mision en la santa Iglesia Catedral, para despues pasar á Baza, Las fuerzas están caídas, la cabeza trabajosa, y todo yo muy ruin: temo hija mia, el quedar inhábil para cami- nar y más con los calores del tiempo; veo no puedo hacerlo sin inminente riesgo de caer malo y tal vez para no poder servir en mucho tiempo, pues lo que hago es á más no poder... — Mucho me he compadecido de la: guer- ra que el comun enemigo le ha hecho, pero ¿qué había de hacer el infeliz, si ve que en V, pierde mucho? déjelo V. que rabie y lacere, que no la mor- derá, porque el Señor está empeñado en su defensa. Dígale V. todo al P. Castro, como ¡ Director y Padre, y verá que de todo sale bien. Profese V. sin miedo, que Dios así lo quiere y lo manda. (Guadix, 13 Mayo 1779). Yo sigo no poco ruin de fuerzas, y ya me vuelvo á Málaga, á si: puedo convalecer algo, porque de este viaje y Mision he quedado bien fatal de todo: el Señor se agrade de ello. — Veo se acerca su profesion de V. y no sé como tendré aquel dia, no es- tando á la vista de esta hija que lo es de mi alma y la amo en Dios más que á mi corazon. Yo creo me tendrá V. en memoria para encomendarme á Dios, que yo no teniendo cosa que me lo impida, pienso aquel dia aplicar para V. la Misa. Me alegro (haga) V. sus ejercicios, pero no la confesion general, si es de toda la vida, porque temo se inquiete Y, de modo que no se sosiegue en muchos dias. Sujétese V. al P. Castro y no exceda un ápice de su voluntad en ló que le diga, que con eso tendrémos todos gusto y paz. (Guadiz, 3 Junio 1779. Cuando reciba esta, ya estará go- zando la imponderable felicidad de ser la inseparable esposa de su Dios. Ya se acabarán esos temores, miedos y desconfianzas, pues tiene la seguridad de que todo un Dios sea su esposo; siéndolo, ¿podrá dejarla que se le pier- da? Llegue ya, hija mia, el tiempo de la serenidad y tranquilidad de ese es- píritu, y olvídese todo lo pasado, pues en la profesion quedó V. restituida á la inocencia que logró en el Bautismo etc. Ha de dar V. á Dios infinitas gra- cias, porque há usado con su alma tanta misericordia... — Pido-á4 V., hija de mi corazon, se empeñe mucho con Dios para que me perdone y asista en todo. (Granada, 11 Julio 1779). Siento las congojas que V. pasa y lo poco que puede tratar con el P, Castro; mas Dios asistirá en todo. V. aproveche cuantos ratos pueda para comunicar su interior, y aun cuando no haya con quien, no por eso des- maye -en sus ejercicios: pues Dios siempre está á la vista, esperando le busque V. y le pague lo mucho que le debe, que es tanto, como que no ha hecho con millares de criaturas lo que con V. Ya la tiene en su casa y por esposa suya: forzoso es participe V. de do trabajos, aflicciones y pena- lidades del esposo; todo el empeño debe ser seguirle é ¡mitarle, y ya V. vé que su vida toda fué adversidad y ¡ tribulacion, En ella asistirá á V. para ED o
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