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APÉNDICE JA te mortificacion de los sentidos, nega- cion de nuestra voluntad, humildad, obediencia, paciencia, pureza, rectitud de intencion, desprecio del mundo, y contínua oracion, clave de virtudes: estas, hija mia, encargo á Yo y que en la perfeccion de-. todas ponga especial empeño, y en no perder á Dios de vista, sino siempre andar en su san- tísima presencia, que este es el freno poderoso para refrenar nuestras más vivas pasiones. El Señor nos dé su espíritu para así refrenarlas. (Málaga, 1777). No sé, hija, cuando ha de tener V. satisfaccion en un Padre que aunque malo daría la vida f santa y se salve. Por amor de le pido que si puede y no le sirve de molestia, me letras para mi consuelo y me avise del como se halla, y si hay en el interior alguna amargura ó desazon... Encargo á V. no omita- por ningun caso su y leccion espiritual, (Córdoba, 29 Ene- ro 1778). Se olvide V. de todo y de todos, y ponga su empeño en conocer lo mu cho que Dios la quiere, y que no le corresponderá bien si no lo olvida to- Encargo á V. que órden al nuevo manifieste al Padre Castro su Director y que nada le oculte : y que en las tentaciones todas las sus obras y acciones 25 Julio para que V. sea Dios ponga dos oracion do por su amor.. todas sus fatigas eb estado, se las declare y no se aparte de los pies y llagas de mi Señor crucificado y de los santísima Madre. Aplíquese toda, hija de mi corazon. en vencer y negando su voluntad, y siendo prontí cuanto le encarguen y así mismo en aprender las leyes de la Religion, para despues observarlas con puntualidad. (Málaga, 21 Mayo 1778) Este V que todo está sembrado de espinas, de tribu tambien de su sujetarse, suna en conviene sepa laciones y amarguras: mas á los que lo siguen, los acompaía Dios y no hay otro para conseguir su gloria. Lo que á V. le sucede es comun á los que dejando el siglo han abrazado la vida por eso hubieran de abandonarla, crea V. que un solo reli- gloso: y lo. mismo en los estados y empleos del mundo; todas las cosas tienen dificultad en su principio, y si religiosa, y si apénas habría yu ' no se llegarémos al vencen, jamas fin. Acuérdese, mi hija de mi zon, que no hemos elegido el estado religioso para sólo quitarnos del si glo y ocuparnos en : ha para padecer en él cuanto ocasiona la inmediacion de criaturas de diversos genios, cuan to tiene de penoso el estado, y cuan LO conviene para el ejercicio de las virtudes. Venimos Par, si cora ejercicios dex Ú LOS sido sí para no sólo llo tambien para purgar nues- tros pecados, que siendo muchos pi den precisamente mucha satisfaccion: y últimamente hemos venido para mo- rir cerucificados con nues- tro Señor en su cruz. El alma reli- glosa que asi no piensa, ó con esto distantísima del de lograr su sal Jesucristo no se conforma, va camino del cielo y vacion. Esta la tiene V,, ba nua a madísima, en el estado que ha abra zado y elegido; si lo abandona, si lo da de vuelve al siglo, yo dudo muchísimo de que la con siga. V, va bien, V. va con dad, V. no tiene por qué manos, si se seguri temer: no se detenga en cosa alguna, suceda lo Procure Y. en todo, y cuanto lo pueda maniles- tarlo al Padre Castro, sujetándose á que sucediere Vencerse lo que dijese. Por ahora no hay cilicio ni mortificacion que la de llevar ese genio que no acomoda, disimulan- do y ocultando la violencia, recurriendo para esto a los pies y lla- mas imterior gas de mi Señor Jesucristo Crucifica- do. Las cosas del siglo y á los que en él viven, olvidarlas y abandonar las, como que de otra suerte no se union con Dios. A hija, por ser el fin logrará la esta debe aspirar mi para que Dios la ha traido y llamado á su casa. Por tanto, hija mia, procu re V. valerse-de todos los medio po sibles para su logro. La mortificacioón interior, el y la aplicacion á del genio, el recogimienti silencio, la soledad, las cosillas que le encarguen, cialmente á las que son de Constitu- cion 6 Regla, 6 propias del Instituto que, ha emprendido. (Priego, 29 Junio 1778). espe- ro haya triunfado con la di- vina gracia de tantas tentaciones: Creo, mi hija de mí alma, que miéntras siga la fidelidad en dar noti- al Director, nunca será, la oracion y cias de todo