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394 APÉNDICE perdemos una vez, 1 ede recupe- rarse, ni los pad Í rientes han di n del bIS dé nues ! perdicion, de es que pc mm Ss gu 1 Co ) ul mos O en él está viendo la inconstancia de las glorias humanas: su primo de y el difunto, le acredita entre otros esta verdad; ¿á qué, pues, ha de bus- e y Ñ car un bien que ademas de ser falso y aparente, es transitorio y momentá neo? sólo Dios v las buenas Obras son los que eternamente nos hacen en la verdad dicho os: el Cielo vale "21 ( Ñ Ñ V ono puede en manera alguna add 1i- ri e con deleites y gustos del SI lo. 51 el enemigo tentase téngase firme: pues, de lo contrario ya ve lo que pierde; prevenida, por si en lo suyOs hallare JO cuando venga rw acá, esté j | i guna oposición en órden á elegir convento. En este correo escribo á su madre de V., a isándole del esta lo de estos asuntos; Dios quiera consolar á su Merced; mas V. no cuide de ello, sino déjele á Dios este cuidad: que bien lo tiene en mirar por todos: V, mire por sí y por su pobre alma, pues si la desatiende 6 descuida consolar á los suvos, perd y lo otro. (Málaga, 20 Se congregarón las Madres el dia de San Bartolomé, en la tarde del 24 de Agosto, y por unánime consenti igosto 1776) miento de todas quedó V. admitida para que entrase en la casa de Dios, en el paraiso de su Iglesia, ciudad de refugio, puerto de seguridad y puerta del Cielo: que tal es la Religion. No tengo que encarecer á V, el gozo de mi corazon al recibir este' aviso, que juzgo por V. tan feliz y gustoso como principio de todas las dichas y verda- dero y eternos gozos: estos en mí se aumentan al reflexionar el de V. cuando lea esta noticia. El Señor con- firme 4 V. en su' gracia y la colme de bendiciones de su diestra... — Yo supongo que todo esto léjos de con- tristarla, causará en su corazon aquel consuelo que tendría en una noticia de su mayor satisfaccion y gusto; y usi sólo le digo que mire únicamente á Dios, quien la elige y llama cón rara y singular misericordia para dar le un Cielo eterno en recompensa de un poco de tierra que deja por su a- mor. ¡Oh hija | ¡cuántas habrán en el mundo que apetezcan este bien, y no li gran, que 1 ecesiter y. 1 lo alcancen! Í s de Dios verdadera- mente 1 Ñ y pr fundos ! V. será. fi y di si sabe apro- vecharlos Málas Agosto 1776 He recibido do ” , mas no res- pondí á la prime porque he estado en Ronda hasta el 21 de este que 1 1 ! go á V. que des- aa es lrzoso conocer en esto y en las amarguras y tristezas y aun violencias Tres, Impaciencias int que él es y no Dios, cuyo espíritu es todo paz, dulzura y recogimiento. Por tanto, hija, V fiada en los brazos de su Dios yd ¡ Señor qwera lle- no tem: arrójese con- ¡ese 1 por. donde « varla ; pi suádasi v, que S] el ene- migo no sintiera le robásemos su al- ma, no le. haría tanta batería. y que eso manifiesta lo que él pierde” y V. rana: pues es cierto, hija, qu en eso se conoce claramente la quiere Dios no sólo para religiosa, sino t umbien para santa; sesta felicidad ya -ve.V, no es para todos, pues son sin nú- mero los que con menos culpas que MOSO(ros, se qué dan en su miseria y sin remedio se perderán. Nada estará demas en órden dal excusar roina y perdicion: nuestra y aunque el camino del Cielo fuese más estrecho, debié- ramos lr por él á tal de no ni lograr nuestra eterna felicidad. Es verdad que no se logran ó disfrutan en la Reli- gion las comodidades y gustos del siglo, pero tambien es cierto no hay en el iglo las prop rciones de sal- varse que en la Religion: ésto es lo que ha de durar eternamente, lo de- mas perece y se acaba, y lo que peor es, nos hace perder á Dios para siem- pre. Con esta experiencia irá V, apren- diendo á cautelarse y defenderse de su enemigo, y á pelear con esfuerzo las peleas Óó guerras de su' Señor y Dios,+el que está á la vista para ayu- dar en todo... Antes de venirse aunque sea un solo dia, escriba v, á la Madre Priora y Comunidad en una. carta, a- gradeciéndoles la hayan admitido y ofreciéndose á su disposicion etc.; por- AE