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APÉNDICE Desde que para mi mal al pueblo en la ley afirma raro despacho se firma en la aduana infernal: en cuanto á culpa mortal no dejo de sacar fruto entre el gremio disoluto, y ando no obstante alcanzado, pues para mi principado es el más ruin tributo. Ver aquella compostura, aquel ser de religioso, aquel todo virtuoso, efecto de un alma pura: oir aquella dulzura, y ver aquella humildad ornada de caridad me hace todo enfurecer; pero ¿ á quién puedo yo ver con visos de santidad ? Lo que á mi espíritu ardiente le causa mayor disgusto, es el insaciable ¿usto con que le escucha la gente: esto me tiene impaciente, y me sofoca Ó estrecha; esto es para mí una flecha que. me espanta ó me sorprende, porque quien con gusto atiende de corazon se aprovecha Se aumenta mi sentimiento conocer en infinitos, que tal vez fueran precitos, el mucho aprovechamiento : de ira y corage rebiento, cómo siendo Lucifer no es bastante mi poder, unido con el infierno, contra este Pablo moderno, contra este nuevo Ferrer. Ver comedias, con dolor de mi espíritu infernal, da por. pecado mortal, y dice bien en rigor: confiésalo mi furor y Crean (tiemblo de ira que son mi principal ira contra el pudor é€ inocencia aunque soy por excelencia el padre de la mentira. Son de vuestra propension ensayo que afina al vicio, y agradable precipicio de la próxima ocasion de la inocencia excepcion, de l: de la virtud es atraso, de la honestidad avance, 2 modestia embarazo, 381 y son en cualesquier lance un tropiezo á cada paso. Todo VICIO reprende con amoroso teson: cumple con su obligacion, mas esto á mí me suspende, me encoleriza, me enciende, me desespera, me irrita, me altera, me precipita, me confunde, me conturba, y á toda mi infernal turba la pone en rabiosa grita. Verlo con el crucifijo exhortando á penitencia de coraje y de impaciencia, aunque demonio, me aflijo: mas no porque me corrijo, porque Im espiritu fuerte de oirlo más se pi rvierte; loro Si con des: onsud lo, del placer que causa al cielo con los muchos que convierte, Encarga que la oracion mental la pongais en uso, eso me tiene confuso y en pavorosa maccioón pero, ¿qué 'c mi sugestion mi inflajo, mu batallar, algo podrá embarazar, y aun así dudo el acierto, que la oracion es un puerto no fácil de conquistar. Pero, lo que mas me pe a es el empeuo y teson de emplazar la devoción de quien me holló la cabeza: de esa Virgen, de e de esa, cómo lo diría, de esa, (válgame la rabia mia) de esa, válgame el infie no! preservada de ab eterno Sacrada Virgen María. Desde el punto que llegó a Jerez le eché el valis y -ví que era otro Ruiz segun se me aparento : cómo, como niciora yo, de qué astucia me valie: contra los dos, q me hiciera cuando mi furor me incita f porque si el uno me irrita el otro me desespera. ¡ Qué empeño de Misionero qué Instancias sobre el rosart ), qué ahinco de escapulario ! de oirlo me desesp Yo lo contrario requiero INdevoción, vanidades,

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