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MILAGROS DESPUES brero de 1861: ndo de resultas de un resfriado y de haber 1 ¡ la ! ) 1 esentí del ¡ " 12 sang DO] tos. Viendo los Su 9 Ma qui ni erminaron que IS o de S. Luis á 1ba 1 prineipio hasta principios de Julio en que n Ñ Mm calentura todos los dias, pero sin hacer cama: continue mismo año en que me fué preciso quedarme en cana. Entónces me aplicaron cantáridas y sanguiju s en el lado derecho en donde desde el princi pio de mi enfermedad tenía un do lor fijo, el cual no. ha desaparecido hasta mi resta lecimento Ademas se me aplicaron « y una fuente: así vie á més y poco á co pude emp l recer la á levantarme pero sin desap: calentura ni los demas síntomas hacian una enfermedad, á juicio de los nacía facultativos, incurable. ls que j tempo 1 Puve la mavor I1v1ese que estar en parte cama. durante la muy 11 enfermedad temporadas de estar ronca y. no poder subir escaleras andar, pues cuando me violentaba un poco me ponía en un estado de no poder hablar y con unas fatigas que parecia me 1ba a quedar en ellas con un desgano de comer terrible : de lo único que tenía gana, era de beber muchos refrescos, pues era lo que me faltaba: el caldo me hacía mal, 1194. — « En Enero de 1862 volví á ponerme de bastante oravedad, áaun tanta como ántes: enton- que no con ces se me aplicaron cat plasmas en el dolor y varios expectorantes como an- Les. Despues de algunos dias de gra- vedad encontré algun alivio para po- In este noO ' derme levantar algunos ratos. tiempo viendo que .la fuente me me la ne hinchar servía cerré, porque “se brazo Ln A la gar Ñ el principió á bril principió á apretá "seme hasta lo ganta en tales términos que liq ido me molestaba Los . medica higaf de mentos en hacerme pen nte ponían peor. Vine á ponerme de modo daba que ni podía and algunos pasos había de ser agar w sola, pues si 'a la DE LA MUERTE 363 de una hermana, Las fatigas que vO dichas, eran ya todos los dias d n a 16 s. Ultimamente en Mayo gué á ] erme sin pou X Sar n g A E 1 ' las las bi las in muúuules se me vVolv "on apli ' 1s y sanguyuelas, pi l ermen Hivio 1195 «En 1 í X me administraron los S>5mos. sacramentos en 94: w el 25 perdí el habla, 3 la vista, no el oído que lo tenía muv fino, v estaba en lodo conocimiento y con prenda el estado en que me en iraba, en el cual no podía ni lle Im paño mojado u 10 labios a mal que e ponla y ( Opinion de ro no de los LACUIiLa ve qu lO que tenía era especie de apostena mite ! rior. Ya me habían rezado la co imendacioón del alma, Kn esto me dijo mi S5uperiora me encomena lara dicho Venerable Siervo de Dios; pero yo no lo quise hacer. Dicha Señora lo hizo pero le pidió tambien «4 vario santos, v esto fué en la noche del 28. Ln la madrugada del 24 vi, 4 pe w de tener los ojos cerrados, pasar una ombra y á los pocos instantes vi ú los pies de la cCáma como si estuviera una per ona sentada que no pudiera vérsi le nada que el rostro, este era muy ve nerable y hermoso, con una barba tun sumamente ande y poblada que me impedía ver el hábito que llevaba: no tenla nada evero, por el contrario mn piraba confianza al par que resp Lo fin tenia una celestial y admiración: en Cosa no aquel rostro tan H ¿bía una erande cia que VO puedo explicar ridad en la habitacion, que yo potaba cerrados a pesar de tener 10sS OJOS como llevo dicho. En algunos retratos que lespues he visto del V, he en contrado alguna emeéjanza, en OLPOS nó. La vision duró como cinco minu tos v nada me habló. Cuando desa j hable pareció me senté en la cama Wdeunas palabras respecto á lo grave que estaba abrí los ojos: pero en se- tado que por la mañana guida volví á quedar en el € en que estaba, hasta empecé á ari jar mucho humor y san- gre, y con esto a sentupr algun alivio como de poder tragar, algo líquido, aunque con trabajo, y al otro dia co mer un poco; pero esto con sumo Lra- bajo porque los dolores eran más