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EIA RT LS E AA IM TT RS TNT 314 CAPITULO una pobre que hacía muchos años que lo estaba, añadiéndose á sus achaques una especie de demencia que la hacía molestísina á su familia y á su ma- rido, que era Eufrasio de Martos, quien movido de lo que oía del B. tiego y del deseo de verla sana y útil, la había conducido allí con gran trabajo. « Aquí está, esta es », respondió en el momen- to el dicho Eufras:o; y haciendo todos calle, la presentaron a nuestro misio- nero, díjole el Evangelio, y en el pronto quedó libre de su demencia y acha- ques con admiracion de todos. + 9003. — D. Juan Alcober, director del Beato, refiere bajo su firma lo si- guiente, « Hallándose el Padre, dice, en la mision de Granada año de 1779, le presentaron á un chico de 7 á 8 años, llamado Manuel Gomez de Ortega, hijo de D. Cándido Gomez y de Doña Fran cisca Moreno, para que le dijese un Evangelio. Padecía este chico un tofo Ó tumor en la mano izquierda, y los cirujanos habían declarado ser incu- able, y opinaban ser indispensable cortarle la mano, por jue la corrupcion empezaba á apoderarse 6 extenderse en los huesos. Dijole el Evangelio, y quedó no sólo libre del tofo sino de una que- bracía bien peli x hueso que ya era tocado de corrup- cion, desapareció de la mano desdé aquel punto, y en el dia tiene la se- ñal el paciente. Los facultativos ad- miraron lá curacion, dándola por so- brenatural. » NA, Depuso Sebastian Lopez, vecino de la Fuente Santa, juris diccion de Martos, que habiendo pa- sado á Jaen donde el Padre predicaba, ansioso de que le dijese un Evangelio á vna hija suya que padecía una en- fermedad que se tenía por incurable y mortal, jamas pudo conseguirlo, porque el tropel de gentes que le cer- caba lo impedía. Lamentábase de esto con el ya referido D. Fernando María Xscobedo, y le consoló asegurándole que luego allí viniese el Padre, lo con- seguiría En efecto vino á Martos, le avisaron, trajeron la enferma, que era de pocos meses, le dijo el Evangelio, añadiendo que le ungiesen el vientre con' el aceite de la lámpara del San- tísimo, y hecho que fué, que ló perfec- tamente sana. Fr. D. Manuel Antonio Zorrilla, del hábito de Calatrava, prior Prosa que padec l. Ll LX Xvi1t de dicha Villa, depuso : que padeciendo de muchos años unos vehementísimos dolores de cabeza que le impedían todo estudio y aplicacion al confesonacrio, pues de ellos le había resultado una extraordinaria torpeza en el oído, el primer dia que allí estuvo el P. Fr, Diego le suplicó le dijese un Evange- lio, á que se prestó muy pronto Sentí, dice, un alivio muy particular al con tacto de su mano, y desde lu go tan bueno y firme en el oído, que llevando en los dias de la mision ocho ó diez horas de confesonario, no volví á pa- decer ni aquellos dolores, ni tal inco- modidad (1 e 995. — Hallábase molestadísima y de peligro dé una erisipela reumática en la cabeza, Doña Antonia Salcedo, hermana de D. Juan canónigo de la Santa Iglesia de Sevilla, sugeto muy estimado por su ciencia prudencia y rectitud, y de nuestro P. Felipe María de Hardales, varon que dió honor á su provincia en gátedra, púlpitos y em- pleos : quienes lastimados justamente del padecer de su hermana, hicieron que el B. Diego fuese á visitarla: obedeció prontísimo, la vió hecha un Monstruo. y lleno de compasion se acercó á la paciente, le dijo un Evan (1) En el año de 1780 hizo Mision en la Villa de Martos y allí se hallan testimoniados los casos siguientes, La curacion repentina de una mujer falta de juicio ó loca furiosa, con la singularidad de haber preguntado por ella el Misionero para curarla y sin noticía alguna natural de que exis- tiera en el mundo, ni ménos que se hallara la paciente entre la multitud de pueblo que aguarda- ba al Venerable P., ya anochecido, ú dos leguas de la Villa, Otro es la curacion de un niño, á quien con un Lvangelio corrigió repentinamente cierto defecto de organiz m en las vias natu- rales. Otro hombre padecía un fuertiísimo dolor de cabeza que lo traía enfermo habitualmente, sin pos Venerable Taumaturgo y quedó bueno en el mo- mento. Con el Caballero D, Fr, Manuel Zorrilla, asistir á su familia, Ditole un Evangelio el actual Prior en el mismo pueblo, hizo el Misionero otro prodigio semejante, librándolo de su vehe mentísimo dolor y endeblez de cabeza y dejándolo apto hasta el dia de hoy para las tareas de su oficio, Bajo la misma informacion se halla una criada de D. Fernando María Escobedo, á quien se le atravesó en la garganta un alfiler y la puso por dos dias en el trance de la muerte: al cabo de ellus tomó tres cedulitas á nou.bre de la Santísi- ma Trinidad, y de repente se halló restablecida, (Grasalema, p. 62).

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