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á la nora di 1S di le la 1 nidió el Beato h econeilhas ; hi o así, y contemplándolo muy ; sado por ( camino 1 “quel « le obligó sin admi SUS EXCUSAS id St 1Se, pt ) COmo 1 es í las dos despertó y quiso ver si el Beato do mia, pas u cuarto von h hiéndolo encontrado allí, A fué á la tribuna resuelto á traérselo, y le halló hincado de rodillas, bastante caido de espaldas, la vista elevada, los brazos en Cruz, y rodeado de una claridad tan, rara y admirable, que quedó so Ze f ORO. — El mismo compañero, 1 tigo de lo que acaba de relertr, lO fué tambien de otro rapto mas prodigioso; dice así: « Salimos de Jaen para Mar- « tos donde estuvimos en casa de « nuestro Síndico el Señor Don Fe nando Escobedo y Mesia una nocie, « y en ella sucedió lo mismo que en « Jaen: lo confesé ántes de acostarse, y estaba verdaderamente debilitado, «yála madrugada del dia siguiente «fui á ver si: dormía, y no hallán- « dolo en la cama pasé al Oratorio, donde le ví elevado como vara y ( media del suelo rodeado de clarísi- ) un olor suaví- na luz, y exhaland simo todo aquel sitio, con cuya vis « ta me retire temblando. Por la ma- « ñana cuando pude habla le á solas « Je dije: bien entretenido ha esta lo Y. « P. esta noche, y bien pudie 1 darme a parte en sus glorias, cono nic 1as « da en sus fatigas; . inmediatamente « se hincó de rodillas, y me d JO « Compañer> mio, bien h advertido « que V. P. me ha visto. Dios Nues « tro Señor ha puesto sus 0j0s sobre j este vil qusanillo de la tierra. Por amor de Dios m Na de dar P 4 « Ura de no manijestar ú nadie favor, yo no me tevanto d aqui que V. P. m ofrezca cumpli Í ente esta palabra. La que he « desempeñado de tal modo, que esta es la primera vez que sale de mi. » 981. — Predicando el Beato una Cua- 'sma en la ciudad de Carmona es alojado en e de su mpadre ), en cuaru Tomas Carr o que le habían puesto separa 10” de bullicio. Las criadas y doncellas de la casa, una noche cuando ya todo sta en silencio, les movió la cu lad ! l ODSery 10 que el ) Cádiz O ren su reliro; se des zan para O, y m el mayor si ni e acercaron á la puerta, y por las réendiijas y agujero de la llave ven en oracion y elevado en Dios, M VIVOS Tes] 1d suspenso en NU ] 1l 10ment u sausta en curiosmnmad se est tl e la « l- 1 UL 140 ' MIL Y CUA x JOA 50 asustan y huyen con prisa y estre- ito (1) El B. Diego por la maana 3 corrigió su curiosidad, y amonestó se abstuviesen si no querían experl mentar aleun castigo de Dios, y que no fueran tan simples y crédulas, que él era un hombre pecador y mal Re he1oso. Lon esta mismas palabras to han dej uesto y declarado las per sonas a quienes Hi sucedió, US2. Otra persona de muy cono cida virtud, y de particular coffianza del Beato, dice lo siguiente « Estando en cierta Ocasion en mi Ooralorio 16 dí á4 leer una carta que emp aba h mel dulcísimo nombri de Jesus: « al pronunciarlo advertí ponérsele el 'endido, y 4 poco o elevó bastante del suelo quedando enajenado de sus sentidos, volvió « en sí, y siendo ya 0 curecido, no y otra lu que la de su lámpara, encendí una vela Ox ( y se la acerque para que 1 yeso a- quela v otra carta, pero empezando á hacerto, padeció el mismo exlLasis por mayor rato, de que volvió ha ndo tantas y: tan divinas cosa ñ t del amor de Dios, y de la union del 1) Pred ba un Sete ) Dolor n la ciu Carn rel 1.1 D ( 2 tand p ) sa del Cal La 3 18 Car r 1 Oral jue le tenian parad el Ñ trál P 1 st, l ' he las ! > las de 1 10 le ' | u- dad d ir ásla ia not lo que € p, 1 Die acia « A 0 juitar los b 1 , r« le ' 1 Pp st n 1 llas y ) ( j 21 mismo a »'Odé i ( 18 un cierto pavor, sir f - 1 Ú terre to toda la sa 16 istadas se retiraro M menos cau ¡ue había ndo | lico su $ eto Por la mañana el P. las repre su curiosidad persuad ¡ue lo que habían visto era már itu- sion que realidad. (M5, A IT IEAN ART ADE