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HUMILDAD 291 No caigamos en desgracia, Calla ya Musa y no hables; Conetuston. A un Gallego ajumentado, Sn quitarle el aparejo, Cuando ya borrico viejo Lo han de nuevo aparejado El que se vió asi tratado Se per só era home rico, Y abriendo al punto el hocico Quiso hablar, y rebuznó Y con Que era gallego y borrico. esto di seubrió 913. Efecto de esta sublime hu mildad era el contristarse cuan lo veía que para honrarle multiplicabaní sus retratos, y aflicción cuando crande era su cuando sabía y mucho más ola vender por las calles retratos óÓ estampas suyas (1). « ¿Qué j es lo que « hacen ? decía estremeciéndose; ¿06 « mo los Superiores permiten que se « saquen retratos de un monstruo de « maldad? si Dios por su misericordia «no me la diese a conocer « ual la Co « nozco, era perdido; ¿por qué se me pone en está ocasion ty A sí se que jaba cierto dia con el Exmo. Sr. Lla Pero parti ; Ñ nes en su palacio de Umbrete, mas se afligió sobre el mismo cular en la Isla de Leon. 914. — Una cilla señora, ale: muy lustre pero sen Beato, aquella tuosisima al fué de las prineras que en ciudad se hizo de uno de los retratos estampas que de él se vendían; mandóle adornar con decencia, lo co sandez encender su alcoba, y tenía la de juntar su familia, locó en haci P luces y rezar con ella sus devociones ante el retrato. Llegó esto á noticia 1) E $ ces beat 1 e ) 180 $ ' Es ) Il Pad A ( y: Ñ 1 1705, 1 pre f » 7 rales del y l H Santia seguido pa OS lo y as disting 1 la ( ravesa 1 de las Alles e la( Y an vé r Ñ £ Ñ en los los Ñ Ñ ! ) i wr lugar $, Aj E S 1 AT 5 r r 1 Ñ NV - sen al g k 116 ús á cuantos | eror del B. Diego, miormose con y se entristeció em. ex cautela de li hora en que esto se practicaba fuése 1 a 1a ( a, aunque era de gran respe to, sin pode se contener se entro al aposento, y todo inmutado, lleno del Í espíritu más religioso, empezó 4 re- vehemencia retrato, allí Sra. con la ] Mayor, y ando su mismo lo tiró al suelo, muchos | edazos, diciendo con extraor ] ' prender á la descol lo pisó é hizo dinario fervor: « asi deben todós tra-= « tar al retrato y al original de un 1 ingratitud « pecador que por sus ser hollado de los demo « merece nios ». La Sra. se compungiló ¿8n extremo; iba á pedir perdon al Bento; mas este mudando en el pronto de estilo v de semblante, la instruyóc0n particular dulzura en este punto, da consoló, y dejó « lificados á cuantos esto presenciaron. In el dia siguiente habló al divinas de este mismo asunto, pidió 4 todos la romplesen, y que lugar una de la rogasen diariamente lo Sermou del pueblo COSAS cuantos tenían su estampa poniendo en” Su Peinidad Sracia que beatístma diese para servirle como debía hacerlo; 915. lg óÓ estampa í ral despri cio de úl re tratos hizo en otras va rus parte y en Kecija por medio de un íntimo amigo suyo y devoto nues gieso de los Lo consiguio que los rec je los vendían, y que se los dióle gusto el su espíritu, los quemó ¿por ciegos q llevase mayor de sugeto y con el su mano, diciendo interin ardían: «af « dan los retratos, y abrásese su or « ginal en el amor de Dios y celo dé « su glória y honol Pero si en lo accione y expre IOnOs del lam bi Kn para que trop 7ase su humildad la estimación pública, que ae La Bi 1to daba ocasion, e ofrecía en la piedra de no le faltaron otras en que estrellarse hubiese sido entre 0- por lo contrato, Ino tan pr tros documento en la funda como aparece carta Impresa obras del en el primer tomo de la Auxiliar lllmo. P. Santánder Obispo de Zaragoza. 916. — Habiéndole Sevilla un retrato suyo, sacado rmién cierta retrato que en distaba mucho de serlo, mirólo y sonriéndose dijo la sig rente décima: presentado en tras predicaba, á devocion de señora, efecto

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