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DEVOCIÓN A compilado lo mejor que escribieron aquellos y los demas Padres, que sin ser perfecto dueño de ellos, no era posible hacer el uso que el Beato ha cía. Pasaron de mil y quinientas las yeces que habló desde el p Mp1 de nuestra Augusta Reina, siempre cón novedad, siempre con conmoción d | auditorio, y siempre con ventajas de su culto que era lo que se proponía manifestando con Obras, palabras V pensamientos, con su lengua y con su docta pluma, que cumplía .en el modo más cabal los debéres de un hyyo pa ra con tu Madre, que Henaba este en cargo que 11 que lo fué de sus entra ñas hizo á todos en la persona S. Juan desde la Cruz: « ¿Lec Me ter tua ».. 834, — Entre las gracias Diego alcanzó al lo p es de la Paz las que el mismo Beato eseribiendo á una Religiosa dirigida dice haber ¿ Señora. Extractarémos- la su l difusa. « Lis que N.-S. de son admirables siementes ejemplarísima su pedido y conseguido de la tancia i porque la carta era 1 bien « peticiones que he hecho, dice, á mi nueve dias « Sra. en los que be pre « di ado su primera novena de la Pi Z, Prim Pa, me al Hijo la virtud de la humildad de corazon .para ena en medio « han sido tres: que « cance de su « verdade Pa « poder conservarme en « de la estimación v honores que el « mundo me hace sin haber en mí rio me- alguno; Segunda, que sea pro ! « tectora de mi castidad y pureza, y « no permita ql « te « de mono me tien por est sobre mi natural 1 parte ilidad y flaqueza; Tercera, que « disponga sra. los sue ' v pa « sos de mi vida 1 U « finalice en aquella Cinda «mi cuerpo sea sepultado en sitio consagrado á-su culto y sño, nom « bre... Ayúdeme, hermana, le dico, á « dar gracias 4 mi Madre amar S1na « de la Paz, porque por su clemencia « se ha dienado Ir t esti un vil si « vo y darme tal certeza y seguridad « en que todo me lo ha alcanzado, por « su ruego, de su bendito Hi que « lo que es para mí, perdiera mil yi e das que tuviese, entre tormentos, ns « por defender nadie co « municará « descubro esto que á miéntras viva, y que yo para que me acompaue áÁ MARÍA SS. 200 amabilisima y Madre; y á que su divino Hijo me miis buena hoy mresponder 4 fave- ¡ ion y miseria me ace lan Indigno, » últ Que ' concedio lu ma pe icon, nadie mede nes wlo. la humildad, lo manifestó en grado tan lo gq n espeock listmo d mi del Gielo ece no pode poscertia con mt ] í 101, 4 mio s probará con hechos muy públicos á su tiempo. Que la Reina de las virgenes y Madre de 1 pur estuviese con singularidad á favor de quien no sólo se la pedía como Mm espe | pl Dios concede, mo que la exigía en pa K de lo que sabemo trabajaba por aniquilar ida ble fuese, el principu de la rebelion de la carne contra Virgen case ileso de IS batallas, el espíritu, que la santistma defendiese y sa ¿quien $0 ¿lan osado, que se atreva, noO digo á negarlo, sino á dudarlo ? Solo aquel, que todo lo que María ignore ; solo aquí l, que ni esto que dijo San Ber- nardo Sep as carnis ultecebrae na la ment Pespice « ad Martam et in. ten et1pso erperite h t no- PIS ( rain mertlo dietum Sel « men Vi n Varia ». 836 Este mismo amor á María le obligaba « unmpelía á reprimir todo abuso Óó irreverencia por pequeña que fuese en su culto y devoción, Jincon trándose en el año 1193 en el locuto de las Religiosas Ana de esta Ciu Siervo de Dios necia d la Comunidad, de Garcia de Torres difunta y de Reyna difunta, y mvilaron pa Sevilla) el madre Do- mu- Ugo, anora del Cármen tambien de Otras personas, le Í vi , pequeña efigie de la Madre del Buen Pastor v adornada al estilo de vestida aquel tiempo, ido por las Religiosas á que la Mheron conseguir, con tentándose con ri ponde rios que 4 quella no era su madre, pues no ha- bía he tidos. (Proe. p. 189). onclusion capítulo, añadimos los siguientes ver- Beato; 10 ¡amas uso de aquellos voS- Como e de este 00. — SOS del
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