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ORACION £u to debo amarla por-su bondad y no- bleza; qué es el vicio, y cuánto debo formidad y sus borrecerlo por su efectos. ll libro de los Cánticos sirve de dia tezas ; no al ver escrit que Dios manifiesta á quien Je ama, y ) en mis tris- puedo contener mi alegria en él la bendad y amor sin lib rtad exclamo muchas veces le vendo en él; « quam bonus Israel Deus « his quí recto sunt corde! Los Santos Evangelios son mi encanto, d soltar- licias y escuela; no acierto 4 los de la mano: en ellos veo más cla ro que la luz el infinito amor de Dios dándole su Hijo en Reden me con al mundo, tor: su vida, pasion y muerte mueven de suerte que no sé como no desfallezeo en su lectura: sus docu- mentos y doctrinas me enseñan en todo, y qui jera ajustar á ellas mis respiraciones. Las Epistolas en espe cial de S. Pablo convienen mucho con miéntras más las leo, miis hallo en « llas de mis deseos y genio: novedad; me 11 Sto aumor han hecho cobrar mucno Apóstol, V de vivir de en ellas aprendo el modo suerte que predicando al : poca miedo v oecon espanto otros no me haga réprobo lípsis lo leo cor ] no sé plicar la viveza con que veo cubiertas las eternas mise en él rias del prescilo v las interminables felicidades del predestinado : no sé á que numero pd rtenezco, y esta cons) gemir y te libro, cuyos misterios por otra Horar so deracion me hace bre « parte me enajenan e nsiderando la Í magnificencia y gloria de mi Dios y de los que con él viven en su Reino. Sov un bruto indómito erandeza, en mis pasiones (concluye), pero ellas serían demasiadamente monstruosas sl no las refrenase con el estudio y ora- cion que sigo con teson. » 809. — Su método de oración era Hecha la y un fervoroso acto de contricion, re el siguiente. señal de la cruz zaba un breve Trinidad, el himno 9p ritus la oracion de trisacio á la Beatísima Veni Creator Prima Sta. María et omnes Sanctí, leía. el pun se había ' asociado de la fe, de la es to espe: 1al que para cada di njado, y peranza, humildad, compunción, y vi y de oir la voz de Dios y que le enseñase en todas las cosa os deseos oraba en silencio, procurando cerral las puertas de sus sentidos para que nada entrase á inquietarle ni distraer | icio en que fué le de tan santo ejer muv probado casi toda su vida, segun hemos visto en las cartas á sus Di rectores y Otras personas. 810. — No sólo en los vida Religiosa, su oracion no solía producir en su corazon aquellas tranquilas, dulces primeros años de su sino des y como sensibles consolaciones, que tan sabroso hacen este ejercicio á quen en él las halla; porel contrario para nuestro B. Diego la a que una espe ie de oracion no Sola ser otra Cl an durísimo, ó un agua bien amar nde por más que se empeñaba ca rerio encontraba ' Me Miguel de Benaocaz, cuando se acerca la hora mexplhicable espíritu en ella. » co de esta natural re uno rel estremezco, decía al P. Fr SI NnImf de la oracion, porque es la batalla de 1m Pero sin embar puenancia á lo que tenía de amarga, se vencía y no se separaba del lugar de ella gente causa. « Yo no sé qué como no fuese por muy ur volante « es este mio, dijo á un Religioso, me « pongo 4 Orar, y á los dos momen corrido por la « tos va he eravedad « de mis pecado . la ero de los he « nofjeios particulares y comunes que « debo á Dios, mi ruin y mala corres « pondencia, toda la vida y pa ¡on del « Señor, los novísimos, y cuantos mis la fe, sin « en nada hacer alto. » s1! Ademas del librito en que formó todo el plan de su vida espiri nal, entre los papeles del P. Eusebio de Sevilla se halló un « terios nos enseña poder cundernito de letra del mismo Padre, que dice ser copiado del que llevaba consigo nues tro Beato para el diario arreglo de su pero lo astante difiiso oracion, es reducimos tod 812. « 11 Diego en alma mia, á Dios » lo pi sible, Domingo, dice el B. dicho librito, considerará como Padre univer “<a o criador N conservador de cuan to en el cielo, en la terra, y en los Á Padre tan próvido ordena y solícito para con sus hijos, rá hi y, con especial esmero todos tus pensamientos, obras y palabras, repitiendo estas, siempre que ofgas el reloj: « Padre nuestro que estás en ( los Cielos ». Aplícate á imitar á tu

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