BCCPAM000543-1-10000000000000

248 se engañan, y Diego en tanto, teniendo la muerte al ojo, advierte no sin enojo que quien lo paga es su manto (1) ¿ Qué quieres, Señor, de mí, cuando lleno de lacerias y entre infinitas miserias me traes de aquí para allí? siempre me tienes así á peligro que me pierda. ¿ Esto con amor concuerda ? ¿ ¿ O es para que amor no falte ? yo temo la cuerda salte, de tanto apretar la cuerda. ¿ Es brónce mi carne acaso, 6 algun yunque de herrador ? ¿á qué así me bates, Señor, con la fuerza de tu brazo ? Si seguimos á este paso, va mi vida por la posta y si esta es la senda angosta que lleva al cielo derecha buena la tenemos hecha si tu no me haces la costa. Déjame pues que camine, no trates de recogerme, yo veré lo que he de hacerme cuando amor á vos me inclime : Yo bien asi lo previne cuando me puso demanda $ y así, pobre Diego, anda, pues no se encontra otro medio; ya esto no tiene remedio, anda, pues que Dios lo manda No hablemos más del asunto, haz, Señor, lo que quisieres , si siempre así me luvieres, callaró de todo punto Ya lo he dicho todo junto, no tengo más que añadir, voy á tratar de vivir, lleve ó no lleve camino, pues importa á mi destino predicar, amar, sufrir. 780. — No es ménos expresivo el siguiente acto de contricion del mismo Beato: « ¡Vios amabilísimo mio! ¡mi Criador! ¡mi liberalísimo bienhechor! ¡dulce vida de mi alma, y amor único de mi corazón! Ya conozco que injus tamente os ofendí, que sin razon y sin motivo agravié mi pecado; que empeñado tú en favorecerme, yo OS con (th Graciosa alusion á los que cortaban pedazos de su hábito y manto por reliquia dejándolos 4 á veces medio destrozados, CAPÍTULO LXYV me he esmerado en injuriarte: he acu sado de la paciencia con que me has sufrido y disimulado, he malogrado el tiempo, he resistido inconsiderado á los avisos que misericordioso me con- tus divinos he despreciado cediste : me hice sordo á llamamientos, y las gracias y beneficios con que has pro curado mi bien y ¡ ¡ Qué castigos no merecía -por esta mi obsti- nada rebeldía! ¡ cuántos Infiernos por esta ingratitud! ¡ Pequé, Dios mio y dulce vida de mi esperanza! ¡peque! dolor lo digo! ; Pequé contra un Dios justo! ¡ contra un Dios un Dios mi salvacion. Con cuánto bueno ! ¡contra misericordio so! ¡ Pequé ! va lo confieso con toda la amargura y sentimiento de mi co razon. ¿ Por qué, Señor, no me qui taste la vida ántes que 0s ofendiese ? ¿por qué despues me la conservaste, si había otra vez de injuriarte? ¿pa qué en ella me mantienes, sl ves mi ninguna enmienda? No piedad : merezco tu rigor, tus enojos, tu maldicion y reprobación eterna: la ¿ para merezco ul merezco, es verdad, pero sois mi Padre, sino para perdonarme ? r ho qui Perdí yo por el pecado el se vuestro, mas no por eso dejas tú de ser mi Padre ¡ Ob Padre de miserl cordia, y Dios de toda ¿Cuál podrá ser la de eriatura, despues que Os ofendió ? consolación ! infame Ah! dos fuentes de esta ¡ quién dará á mis ojos lágrimas para Horar ni pecado a lo Llora pero ¿ cómo satislare, das horas y por toda mi vida! ré mis culpas: Señor, aquel agravio que to parte:mi corazon y rasga mis en trañas de sentimiento! Me pesa, Jesus mio, me pesa en el alma haberos 0 fendido : y por ser Dios mio, Redentor mio y única Yo os prometo, yO Os os hice ? Es esto sólo quien SO0IS, esperanza mia ! empeño mi palabra, que asistiendome vuestra Í enmendaré mi vida confesaré mis culpas, y os amaré toda mi alma y con todo mi corazon. Ea, Señor y Padre amabilísimo, Jesus mio, Salvador mio y todo mi bien; suene ya en mis oidos, oiga yo aque lla voz dulce, aquella expresión tierna que oyó á vuestros pies la Santa Mag gracia, dalena: ya quedas perdonada, vete en paz. ¿ Lo quedo, Dios mio ? | ¿me perdonais, Jesus de mi alma, Re- | dentor mio dulcísimo ? ¿me perdonais * Señor y

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz