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246 sospechaban fundadamente en que tal jornada le iba á costar la vida, Ó á inutilizarlo del todo; mas ninguno se atrevía á impedírselo, dejando el Éxito al cuidado y providencia del Altísimo. Esta fué con él, segun lo de su confianza; pues aunque en el ca- frmos, grande mino hambres, sed, malos tratamientos, can insultos, y que como inseparables gajes del ministerl o Apostólico, la esperanza Beato jamas fué fallida, y mil das, tanto de ida cuanto de verificó que el Señor fuese experimentaron nieves, sancios, demas son de pued > de- sus jorna- vuelta, se nuestro Ccise, que VOCES en para con ellos firmamentum oirtutis, tegimen ar dorís el umbraculum meridian: sanitatem, et vitam, et benedietionem, dans como se lee en el sagrado libro de los salmos. 273. — En confirmacion de lo dicho sobre la heróica esperanza del B. Die- go, trascribimos de los procesos de su beatificacion, las siguientes declaracio- nes. A una viva fe, dice un añadió una esperanza admirable, y de esta procedía el don de Dios para con solar y resignar á los atribulados que le buscaban y consultaban, una indi- testigo, ferencia Ó sea desprecio de todo po- influencia humana, y una con- fianza sin límites para emprender las más árduas si le venían orde- nadas por la obediencia. (p. 198). Y A su viva fe, añade otro, se der Óú Cosas WEA juntaba una prodigiosa esperanza que le hacía siempre superior á todos los obstáculos que podían oponerle enemigos interiores y exteriores, y de eso venía el don de Dios para calmar y consolar atribulados, el desprecio heróico del po ler y de la influencia humana, por la gloria de su Criador y vacion de las almas se preparó tl las sus UL dos ñ 3 el ardor con que la sal- más árduas empresas, y nada le ate- morizaba si precedía la obediencia. Alentado así de esta esperanza, libre su interior mundana y ocupado enteramente en las cosas e- de ti da cosa ternas y promesas de Dios, ardía en su interior el fuego del amor.” (p. 195). 7115. — La esperanza en Dios y en sus promesas, dice otro testigo, alen taba de tal modo su corazon que ja- mas le vió el deponente ni tímido ni CAPÍTUL O LXV vacilante en las luas empresas de su ministerio, y mucho ménos abatido ni angustioso, ni desalentado por las calumnias, las persecuciones y las em- presas molestísimas é imponentes, án tes bien, pronto y dispuesto á Con- formarse en 1 do tiempo y Ocasion con la divina voluntad, presentaba un semblante € interior sereno, a (p. 155). Y otro 1s palabras alegre. gradable y afirma que todas li oyo decir est 1ban llenas de pr Md esperanza y confianza en Dios. 197). sa ip. 776 A esta soberana y heróica virtud de la esperanza, dice otro, po demos y debemos atribuir el don extraordinario del cielo por el que tantas almas atribuladas, afligidas y llenas de ansiedad y duda, y frecuentemente atormentadas y afli- gidas por la incertidumbre de su sal vación, encontraron uná tranquilidad inalterable y eficaz consuelo, almas y se curaron de aquel pertinaz y terrible mal que las precipitaba en la más peligrosa incertidumbre. (p. 197 ). particular y con el que das y esas quedaron resigna Ll Estaba tan penetrado de la confianza en Dios, afirma otro testigo, que parecía ser esta su principal vir tud, al raismo tiempo que tanto res plandecía en las otras. Kru rar su celo para inspirar esta virtud 4 le pri sentaban, no pudiendo contenerse en de admi- todos en cuantas ocasiones se estos casos de derramar coplosas 14- grimas, tiernos gemidos y vivís afectos, que ninguno mus podia escucnar sin sentirse dulcemente conmovido. (p. 199). 778. — No solamente daba prueba de una vivísima esperanza, concluye otro, sino que parecía excederse á si mismo en los esfuerzos que hacía pa- ra comunicar virtud teológica, especialmente en sus cuando de Jesucristo en la mano hablándole tier Ñ tl todos Sus Oyentes esta sermones con la imágen nísimamente, derramando coplosas lá haciéndolas derramar «dl los circunstantes, prorumpia ¡Ot dulce vida de mi esperanza! Es inexplicabile la uncion con que profería estas pa- (íbid.) —- Los siguientes versos del grimas y en aquellas cólebres expresiones labras em m() bid.