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236 les que traí la obstinación de un blo- queo tan rigoroso y sostenido por lOs Inglese ja inhumanidad de estos en bombardear aquella hermosísima- po- blación, 7 amenazarla con di sembar cos € invasiones, cuando sus cuarte los y toda élla no era otra cosa que un hospital de convalecientes, no pudo manifestar 4 algunos cuanto teniendo que el B. cion, y que expresiones dejar de ' hemos referido, 5 Diego tuvo ella esp: cial revel: citadas en las lo futuro. — por pronosticaba mfirmarémos esta verdad de este don de prolecia con el caso siguiente, y perdonen la digresion en esta parte los lectores Vivía en nuestro. convento de Sevilla el año de 180U con nde utilidad espiritual de aqu Ma ciudad y pueblos comarcanos el Padre Fr. Sal vador Joaquin de Sevilla, conocido ge neralmente su apelli lo del siglo Vera 6 P. Verita. aleunos dias al monasterio de la Car- por Acostumbraba Ir tuja, y predicaba ya á los sirvientes, ya ul le tenían en gran veneración y El 13 de Mayo de dichó año sucedió; ¡plemos á la letra la e dre escribió, con fecha de 3 tiembre de 1806. La tarde, dice, « del dia 13 de Mayo, estando el P. Fr. Die Sta. María Magda Juan Nep ynu Padre Vicario Burgos, pues creo que el A despedir á N Sanlúcar, para le los monjes que estima. pero e rta mismo Pa que el de 5 go predicando en lena el quinario de 5 ceno, pedí permiso al Fr, José de Guardian había ido Rmo, P. General á á la Cartuja 4 donde iba casi siempre el Padro mapa J¡GPO,: y solo, entóncoes Vicario que fuese el hermano ir, Pací ¡eo pero quiso con c que este fuese de Antequera (demente ). Sabiendo miesteo Venerable difunto, no sé por donde, que yo iba con el mé á bus car al P. Vicario, y le suplicó no me m él, « dijo, sentir, va ve V. P. co Repli o el Padre dejase u.0 no sea, que tengamos que tiene la Vicario que no tenía otro con quien en | ¡ MA) cabéza viarme; á lo que el Padre dijo: « ¿pues no puede ir con el Padre Fr. Miguel No Señor, dijo el Padre Pacíl co de Vigueras ? Vicario, Fr no hay tos oficios de Ir. sale con todos, y » Yo ignorante de es- Diexo, tuja, donde Fr. Pacífico hizo algunas travesuras, y disgustado no enidado. fuí 4 la Car aquel dia CAPÍTULO LH quiso comer. Guardele la comid vá eso de las cinco de la tarde despues de r w yo alguna plantas din de la celda en que estabama din $1 que 12 comerP, Hu e que no, sino beber uña p ca Ñ su Entramos en la ( da, y salí 2rdin í sacarla del pozo: no advertí ques mo del 3, Hegué 1 brocal, 1ba ' ' y me echó de y Inv ¡qué á4 N. P. S. Francisco. Fués p Pacífico, cerró la pu rd wdin con 4 cerrojo v la exterior de la celda con la llave, y con la precipita cion la rompio quedand las Tuardas radura, Por disp dentro de de Dios la cer el pozo era de medianía con otra celda del Padre D. Vicente Ibio, entonces receptor, el q audi Ñ pl 1 rde le recreo, se había quedado en li cel da para r cibir an poco de dinero y ustar ciertas cuentas. Jste monj OVO e g pe en el p JO, NO MIZO CASO al principio, pero viendo qu mi nuaba cierto extraño ruido, udió y di que me vió Con S Ha una mano fuera del agua, y un pedazo d | hábito lé; e de los pres Piró el aldero y caba agua atado á meti los pies en la cuua ra y me sacó. El Padre D. Const que estaba tambien en la. celda 19 pero casi no uyudó á cosa alguna, 1 pozo tenia seis varas de 1A, y TUeS de luz. Yo salí sin golpe ni daño, mi hice otra medicina que mudarme de hábito con el de un carl 1JO, pon me una túnica mojada en aguardien Un resfriado pesado que padecla se Mi amnmmento, eserup nos etc. quedó en el pozo. resolucion, en parece que se quedaron en él juntamente con el resfriado. Salí sano de todo, y entera mente otro (1). Ya vé V. P. que la del Padre Diego al hablar al Padre Vicario, y 21 imstancia en que con Fr. Pacífico, no podía nacer sino ¡E tamente l 180 r Ss £ rei! s É Fr. S s 1 gs 1 ' fica Y] los, y mered pu l su vida en la 12 8 adiniran los prodigios de la gracia en su ap lado,

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