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SU NOVICIADO, recien profeso, se propuso vivie con el mayor cuidado, por no caer de tan feliz estado. Para ello, y col al desmedido favor que Dios le había hecho, en poner en él los OJOS d su misericordia, cumpliendo esta expr SION « sponsabo te milu in fide ». propus firmemente en ella, 1l lar el espíritu de estas palabras, que nunca debiamos olvidar : : / Vovete el red diíte Domino Deo vestro ». Y que las observó- fielmente, el contexto de su vida lo manifestará, sin que ocultemos los descuidos que en ella tuvo, habien do sido algo tibio por 909 algun tiempo. (1) — Desnudo nuestro hombre por ía del Adan la profesion de cuanto te viejo, y revestido ín novitate Spiritus del Adan Celestial, á poco de profeso dejó con el mérito de la obediencia aquel santo asilo y soledad del novi- ciado, para irá vivir á nuestro Con (1) En confirmacion de lo dicho, cre emos tuno copiar lo siguiente de un dotumento or nal: « Siguió la vida comun del noviciado ' ) y compla ¡cia en lo interior y exterior 8 n notárs Mauna particularidad más que en lo otros sus 10 s, aunque su netural jo validad y aplica 11 Stinguia de los otros, Y como en los ejercicios liurnos y nocturnos del Nov ido y actos « Comunidad no cabe otra carga para el que está adornado de inoc ia. fer vor disposición, como nuestro 1 r. Diexo. coge Mm ellos tanto fruto que no es fácil ni posible de "56 — « Aprovechó tanto en s 1 noviciado. jue le duró por su corta elad un año y cinco muses mo el que más de los connovicios de su tiem en todo lo espiritual y temporal, 'en la teórica y práctica, en los Pudimentos de la vida religiosa, s la Regl 32 118 Constituciones loa $ Costam s de la Orden gaard Obse p la su vida ) la más prolija y es julos1 observancia con notables adelanta mientos suyos ejemplo let prójimo, ayudado siempre de la divina 1 1 d jue di muchas muestras estar asistido ) no israelitas del maná cotidiano por para su sustento que Caminaban desierto d esta vid it en 1 de la tí de pro .nision, Con « ¿ya asistencia penetró nues tro Fr. Diezxo aun más al j ) natural para e noter el alto grado á qu Se lo des a y jueria servirse d l, Por estos inf sÑ conoci Ñ en el »91 ' y y n Mcanzaba ) Conocer á fondo la altís Pogativa de la sant utis A y Y g br.za le el que la pos en el ) más em nente, como dice N. P, S. Francisco $ casto Obediente, humilde, pa nte Aritativ niser Cordioso, piadoso y 10. Y el fraile ¡ue de- secha de sí á su madre la santa pobreza, ofende PROFESION Y ESTUDIOS vento de Cabra. Al despedirlo le una breve, pero ferviente plática su Maestro, sobre a juellas palabras: pone Ye ut signaculu Super cor luuM..... super brachíun tuu aplhicándolas tanto a la observancia de la regla cuanto á las costumbres y prácticas del ¿ noviciado; y tan hondamente se graba- ron Sus máximas en él, que las observó puntualisimamente hasta la muerte se irá viendo. Llegó al Convento de . donde cumpliendo en obe: oficio de € co 1110) Cabra estuvo alseunos m:688s,. hlencia y devocion su inista; de allí fué destinado Convento de Jerez de la Frontera. Aun ¡ue en este y en todos los demas de la Provincia mente la hallaban al se Ob servaba vida regular, y todos R ligi elosos de ella. y ejemplares en toda virtud, todavía eo mo el Oxaclta en , PReUro Ó $ 'paracion de seglares no puede ¡bservarse cono en los Con ventos de más peso, cuales son los de la niña de sus ojos y cae en todo otro. vicio feo abominable, Por esto en el acto de 8u profe sion religiosa que hizo solemnemente en esta Igle- sia de Capuchinos de Sevilla á presencia de la venerable Comunidad y en manos del P., Maestro Fr, Silvestre de Antequera Predicador el dia 31 de Marzo de 1759, entre tres: y cuatro de la tarde ; ¡ando por medio de ella su alma se desposó con Jesucristo nuestro Señor, le pidió á su Divino Es- la gracia de pos vivir pobre, para por este me- dio separarse del vic obtener la virtud que iarada á Dios y sus Angeles, Hecha dicha súpli ca se le concedió por ser hecha dentro de los limites de la caridad y justicia para vivir el alma religiosa obtener la perfeccion de su estado. Y así vimos todos los que lo trataron y conocieron, que en medio de los mayores o sequios, prome- sas Menciones de Príncipes y Señores podero sos, Cabildos y Comunidades, vivió nuestro Beato Diego siempre pobre en el más alto grado y con la mayor estrechez en su ona y muebles de su uso con líicer y mandato de los Superio res. » (MS. A Y en otro lugar se nota tambien jue en « el momento que el P, Diego de Cádiz, hizo sus vo tos solemnes de Religion al pie de los Altares se conmovió toda su naturaleza con una sensación ta mo si se separaba el alma del cuerpo. 6 á este se lo hubiera dado muerte renovado su e tu ue no podía articular palabra, ni con te felicitaban, despues de este acto, por nor 6 temblor de que fué apode- rado, € lel sacrificio de su espiritu corazon que acababa de ha resentimiento de la carne por el martirio q,.e aquel mo- mento había de empezar á pade por toda la vida. » (Ibid.).