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He 5 , ! ! Pl A 152 CAPÍTULO XL1 naban sus agentes. Las tres veces que rato, consistente en un Confesor, y me pusieron las mucetas-y borlas « otro Compañero de obes la, ju la Universidad, las dirigí 4 las tres vi j in destinados pol la Orden para ces que fué ignominiosamente vestido estas expediciones esp! ituales. Conmo v desnudado Nuestro Redentor, et sie VIÓSO ( Pueblo con la noticia de su de cacteris. La plática de Mision que 1! ada, lenándose el camino del Con- antecedentemente pri di ¡ué al Claustro fué de Dios todo, porque sólo milagro samente pude decir lo que dije y del modo que lo dije: seu Dios por ello glorificado. » 149, — Para tener u pleta de esta importante Mision, y su- plir las noticias que el B. Diego en su idea com grande humildad nos deja Ignorar, re- producimos á continuacion la noticia auténtica que un testigo ocular es- eribió y publicó con este título: Rela- eton ercunstanciada de la Mision que ha hecho en la ciudad de Valencia el MAP dr Dieyo Joseph de Cádiz, Misionero Apostólico Capuehino de la Provincia de Andalucía, desde el 16 de Febrero hasta el 12 de Marzo del presente ano de 1787. — En Valen eran: por Joseph Est evan y Cervera. ()mitimos sólo algunos trozos no históricos. Dice así la Relacion 150, — « Años hacía que resonaba en nuestros oídos el nombre del Padre Diego de Cádiz, como de un hombre admirable; y á la verdad, que estos anuncios nada tenían de excesivos, pues habiéndose dignado la Divina Majestad concedernos el favor de que viniese á esta Ciudad de Valencia á hacer Mision, nos ha acreditado la experiencia su mucho mérito, singular virtud, y sólida doctrina, habiendo de jado tan convencidos los entendimien tos ú la persuasiva elocuencia de sus razones, como Heno de gozo y ternura los corazones al eficaz, dulce atractivo de sus palabras. 151. « Antes de que llegase el Pa dre Diego al Convento de Capuchinos extra muros de esta Ciudad, donde con anticipacion se le tenía prevenido alo jamiento de órden de nuestro excelen tísimo Prelado; ya había gentes de varias clases esperándole, deseosos de ver un hombre, cuya fama vivía entre nosotros tan anticipada: Habién dose detenido en el Convento de la Magdalena de la misma Religion, dis tante dos leguas de esta Ciudad, corto tiempo, llegó á esta el dia 13 de Fe brero con su pobre comitiva y apa Ñ vento con la ansia de verle pero dan- d pocas tre as á los comunes deseos el fin de su ministerio Apostólico, em- pleó los primeros tiempos de su lle lar á los Padres par: des pues comenzar el oficio de su Predi- Ñ fm cacion egándose á la mucha sente le esperaba, pues ¡jueriéndole cada uno para sí, fuera difícil contentar á 152, — « Habiendo determinado el Muy Illustre Cabildo Eclesiástico de la Metropolitana, se tuviese la Mision en “e celda distincion sin ejemplar, segun se dice) mandó el Excelentísimo Senor obispo viniese el Padre Di CO a aposentarse al Palacio de su Excelen cla con sas Compañeros; ya por la incomodidad que se seguiría al Padre todos los dias en la larga distancia desde Capuchinos á la Catedral, y ya porque la Plebe no le molestase en el camino. 153. « E dicó por la tarde el primer Sermon tan numeroso Auditorio de todas cla- dia 16 de Febrero pre- ses y gentes, que con ser capacisima la Catedral, se llenó hasta fuera de las puertas, sm poderse evitar el tro pel y confusion comun en semejantes lances. Manifestó el fin de su venida y Mision con la mayor autoridad, e locuencia y dulzura; de modo que el Pueblo que le esperaba ansioso p w la fama, salió dándose parabienes de que en esta ocasion hubiese sido tan avara y Ss quedasen cortos los elogio 154 « Vieron y oyeron un Va ron respetable, tostado del sol, adusto 1 el semblante aunque Heno de cracia y modestia, OJOS huma lisim IS, de muy proporcionada estatura, y manifestan do en todo su exterior un verdadero retrato de la penitencia Es impondi rable la conmocion que Se conicuzo experimentar, y parece que de unos otr q 1ba comunicando, encendiel dose en deseos de verle y oirle 155. — « El dia siguiente sábado, á la mañana hizo una plática de dispo sicion para comenzar á la tarde la Mision, asistiendo el. Excelentísimo A is