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e pp ena PP” 5 O IT A A e predicar, y no ara vez di “4 cion de á sus he señalando á alguno : « Este dicando á los Her: sin salir de España, se verificó me veremos en su lugar (1). 6. Como er la villa de Í Hriqué donde residían sus padres, no hubiese proporción para que apre ndiese la y latinidad, le de Grazalema poco distante de aquella, mática 0 enviaron á la y lo pusieron á pupilo bajo la direc cion de un muy loabli conducta llamado D, Felix de Haro. que con mucha de ella Este natural rudeza del ' pero conociendo al mismo presbítero de aceptación era preceptor eclesiástico conocida la nuevo discípulo, tiempo su docilidad, se dedicó á su instruecion con algun mavor esmero que á los otros, sí bien fué escaso el prove ho. Sin otras disposiciones lo enviaron á Ron da, y á los 12 aáños entró á estudiar Lógica en el Convento de Padres Pre aquella ciudad. La ru talento se dicadores de deza y brió allí más; cortedad de descu esto hizo que el pobre jóven, que en ello era inculpable. expe rimentase los malos tratamientos, las reprenstiones y los impropios a su edad, y que estar muy distantes de de estudios y prudente conducta más.y més se Castigos debían ásperas ciertas educaciones. Esta im produjo sólo que acobardase su espí ritu, que ménos entendiese de lo que se le leía 6 explicaba, y que mirando su catedrático perdido el tiempo en (1) Su padre D. José Caamaño, lo vió más de una vez tomar una pluma del tintero, y formar con ella en el papel varios borrones, y preguntado que hacía respondía : Este es Pepe Caamaño, que ha de ser Capuehino Predieador, y estos que estan le- cla 4 sus Padres que se inclinaba á ser Capuchi- junto, los oyentes, Y (más tarde) con frecuene no porque le agradaba verlos en el púlpito hacer un acto de contricion con el crucifijo en las ma- nos. Indicios todos aunque párvulos de que Dios lo quería para lo que después se vió en el prac= ticar por toda su vida De seglar y de Religioso el P. Diego, á imita cion de los PP. Misioneros Fr. Buenaventura de Ubrique y Fr, Miguel de Benaocaz, ponía. cruces en los montes y cabañas, para que los pastores y gentes del campo orasen y rezasen en su pre- sencia, instruyéndolos del modo que debían ha- cerlo, como lo ejecutó en toda la serranía de Ronda, en la sierra morena, y en otras partes en ¡ue anduvo y predicó, (MS. A CAPÍTULO L juegos y naturales inquietudes 3 José Francisco, le devolviera á sus padres en las prineras vacaciones, ¡O destinasen á y diciénde letras no otra cal a de las se había hecho para él. » (1 Zuán dis- tintos son los pensamientos y juicios de Dios de los del hombre! ¡ cuántos convencen nuestras equi- ”.4 vocaciónes en esta parte basta el presente hacernos más Al ménos tal p dora, para cautos. endulzado asegurándoles que nil pue- rie gesstt, el tiempo que lo tuvo en su podría haberles clase, ni aun cuando fué lastimado por alguno de sus condiscípulos en ella (2), u Maestro de tilosof or ejercitar 0 , lo trataba d probar á nuestro José F. Die do, de inepto para el estudio, que tenía dos dedos de tocino sobre la frente. que ya tenía el burro prevenido pa nandarlo á su padre; se afligia nuestro José y prometia la enmienda y aplicarse. Esto entre otras cosas del misr jaez las referí dicho P. Fr, Diego en el Convento de Hardales. m ocasion de haber venido desde Madrid el con- seio de Indias D. Jorge Escovedo á tomar a juellos baños, y para su consuelo espiritual pidió á nues- tro P. Provincial Fr. Felipe de Hardales, que á la hiciese ve- Ronda, y en los tres dias que el P. permaneció en dicho ' sazon se hallaba en dicho Convento nir á él al P. Fr. Diego que estaba en Convento consolá it dicho caballero y especial bienhechor, de la casa de Martos, en los ratos de q y conte que se le hacian, referia el P. Fr. Diego lo arriba dicho y otras cosas en su despre- cio. N. P. Provincial le dec canongías tiene V. P.1— Si, P. P, Diego, ¿ cuántas nuestro, tengo mu- chas, pero si el P, Guardian que está: presente, (era el P, Fr. Serafin de Marchena), no usara con migo de la caridad de darme una jacara de cho- colate y Dignidades me quedaría sin tomarlo, porque na para desayunarme, con todas mis Canongias producen, más que una mera y simple P. Diego, ; y qué en las Universidades está V,P,?-—Sí, P. nuestro, da me pon:pa vana, - adornado de borlas ' soy lo mismo que el burro liviano que dirige la Regua que lo engalanan y llenan de borlas, pero al fin borrico es y se que omo los otros : asi soy yo. que aunque me han llenado de borlas, borrico era y borrico me he (MS.A ) uE lo 2) Los muchachos sus. condiscipulos de es- cuela de gramática y de filosofía, viendo NUÉsS- tro José tan silencioso retirado de sus pueriles 1vesuras, le lla- maban el borrico mudo, al modo que llamaban 4 Sto, Tomas de Aquino el buey mudo, y lo que de este se profetizó se anunció tambien de nuestro José, acreditándolo las obras de toda su vida. Sus juegos y entretenimientos ordinarios eran retirarse á la Soledad de su casa, habitacion ó el campo, formar altares y col r Imágenes de Nuestra Se- otras Cosas ñora y de los Santos, y ejercer TURNER ARO
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