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MISIONES DE MÁLAGA, el verlo; falto á muchos ratos de oracion 6 por no privarme horroriza de las cimco horas de sueño que me parece necesito, 6 porque con las ta reas no se por dónde se me va el tiempo,de modo que al fin del dia veo claramente que es nada lo que yo he hecho: Dios tenga misericordia de mí: sólo advierto una poquita de manse- dumbre en el trato tal vez impertinen te de las gentes, etc. lo demas anda de mala calidad. La salud no es la más robust 1, Se me queja el estóma go, me da en repetir un dolorcillo en tre él y las entrañas que aunque me desentiendo del él juzgo que no es despreciable; la cabeza se me desva nece etc. y en fin me hallo tal algu- nos ratos que me parece imposible sin mlagro poder acabar la temporada ó por lo ménos que para el verano tendrémos resultas. Esto no me aflije, pero aunque quiero despreciarlo no me es fácil: Dios haga en mí su santísi ma voluntad. » 397. — Concluida la Mision de Car- mona, la segunda Domínica de Cua resma pasó el Beato Misionero Sin detenerse á Córdoba, para predicar en aquella capital la segunda Mision, em- pezándola el 19 de Marzo en el sa grario de la 5. Iglesia Catedral, con asistencia del Obispo, Cabildo ete. De esta Mision escribe: lo siguiente (1): « La Mision de esta ciudad ha sido de un fruto muy extraordinario. Me parece que el V, P. Posadas ha es tado en ella como en la primera que hice aquí, á este fin fué mi dilis Rafael patron de la ciudad me parece primera Mmeia visitar su sepulero etc, San ha hecho tambien mucho: todo se ha conmovido sin exceptuar cosa alguna, el clero, las Comuni lades, los cuerpos civiles, el pueblo, etc. y en fin Dios ha derramado sus misericordias sobre nOSotros como Padre verdadero ben dito sea para siempre. Kstas gente todas se han esmerado en manifestar el aprecio qui hacen de la palabra de Dios, y para evidenciarlo han hecho expresiones muy extraordinarias, como son la de haberme meorporado en su gremio y dado silla en su eoro el Ho Cabildo de la Iglesia Catedral, cuya posesión se me dió el santa , 13 Abril 1788. CARMONA Y CORDOBA 133 Viérnes de Dolores en la funcion del dia en que prediqué con la asistencia del Sr. Obispo «etc. El dia siguiente la Ciudad me incorporó en su Ayunta= miento con todas las formalidades a- costumbradas etc. dándome -el primer asiento despues del Alferez mayor que Exmo, Sr, Marques de la Puebla, Grande de España, en cuyas manos hicé el acostumbrado juramento j O es el y pleito homenaje eto., quedando cono uno de los veinte y cuatro con voz en cabildo eto. 398. — « No me detengo en esto porque el tiempo es corto y 0s cosa que importa poco, Me parece que su Majestad me ha preservado de vana complacencia y de apropiarnio estas Cosas, y que en estos casos bastante- mente ruidosos etc. y en las tropelias de las gentes me hallaba inclinado á tirar mi corazon al suelo para que lo pisasen, etc. La mañana que me ha- bían de recibir por veinte y cuatro, estando en la oracion con mis habi- tuales distracciones se me propuso á la imaginacion un sitio solitario y como de peña viva imeulto y escabroso, por el cual pasaba un rio de aguas muy turbias y de corriente muy rápi- da que su ruido y el ir encajonado algo profundo por las montañas que le rodeaban le hacía pavoroso, porque se daba á entender que cayendo allí no había modo de librarse 6 de no perecer: yo estaba cerca Ó como con ademan de ir á 6l para verlo y nada más, Dióme algun miedo y más cuan do me persuadí que significaba los honores y aplausos del mundo que tanto me amenazan y rodean etc. Ya ve V. mi necesidad etc.: pida V, mi remedio, » Coplarémos algo sobre el estado de la salud del Beato en este tiempo y los cuidados que ella requería (y le ordenaban tomase). Así se verá mejor con cuánta dificultad ejercía su apostolado, y cuan esforzado y labo- rios0 era este santo Misionero casi siempre enfermo y siempre aBCtivo, Dice así continuando la misma carta del 13 de Abril: « El ayuno lo he seguido porque me hallo aliviado etc, pero he alargado la colación y usado del chocolate dos veces al día y otros alivios despues que tuve la (carta) de V. Lo ocupado del Juéves Santo no da lugar á más que decir á V. que