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89 raba el que la congregacion de los justos entonaría al Señor tan pronto como la Virgen de Israel compareciese en la escena de la vi- da, y abriendo su castísimo seno al Hijo de Dios para que tomase nuestra naturaleza, oyese de éste el dulcísimo razonamiento que di- rigía por medio de ella á toda la humanidad : No.femas, yo soy lu hermano; y más tarde fuese la señora y el dueño de todos los des- pojos, que este Dios victorioso había arrancado al demonio (1). No se redujo el razonamiento de Asuero con Ester al sostenerla en sus brazosá decirla que nada temiese, porque él era su hermano; sino que concluyó su discurso, alegando la razon óptima , por la cuál comprendiese que no había motivo para temer , porque esta ley, aña- * Cap. X,.v. 9. Clamó. Israel al | Y. 14. El Señor es mi fortale- Señor, y el Señor salvó á su pue- | za y mi alabanza, y fué salud pa- blo. ra mí. Cap. VIH, v. 16. Y pareció! V.27. Dios es el Señor, y nos á los judíos que les nacía una nue- | ha manifestado su luz. va luz, gozo, honor y festejo. | Cap. IX, v. 29. Escribieron, V. 28, Estableced dia solem- para que con el mayor cuidado | ne con ramaje hasta el cornijal quedase establecido este dia so- | del altar (*) Jemne para lo sucesivo (1). El abad Ruperto de Tuy describe gráficamente las cuatro virtu- des que Ester ejecutó en el palacio de Asuero, que fueros templanza, justicia, prudencia y fortaleza; y lo demuestra en cinco capitulos. (De victoria Verbi Dei, lib. 8, cap. 14-y siguientes.) Todas estas virtudes, dice este sabio, practicó Ester ántes de presentarse á Asuero , y dar los primeros pasos para alcanzar que se rescindiese el decreto de muerte dado contra los judíos. Otro tanto afirma San Bernardo, tratando de cómo se condujo la Vírgen al oir la embajada celestial, y dice que fué fuerte en su propósito , templada en el silencio, prudente en la pregunta y justa en la confesion. (Sermon 32, de diversis.) No leemos que otra mu- jer célebre, fuera de Ester, entre las antiguas , se viese rodeada de tan- ta gloria sobrellevando al mismo tiempo el peso de los honores con la sobriedad y humildad propias de un alma religiosa. Vese en esto bien palpable el tipo de la Virgen en Ester; pero hay otro acontecimiento-sin- gular, y es, que despues que Amán fué ahorcado, Asuero. dió á Ester toda la casa de Amán, lo que, segun afirma el mismo abad. pertenece á una semejanza mística. (De vict. Verb. Dei, c. 25.) No es dificil hallar la realidad de este tipo ; porgue despues que Jesucristo triunfó de Sata- nás , dió, como buen hijo", 4:ssu Madre todo lo que era suyo por derecho de victoria y de conquista. La celestial Ester se ha hecho la señora y propietaria de mil y mil almas arrebatadas á Satanás. Su Hijo despojó alarmado, despues de haberlo vencido, y lo encadenó, dando á su Ma- dre imperio sobre'é) y sus ministros, pará que los cohiba y refrene, y aparte de la herencia de su Hijo lbs males que ellos intentan en su per- versidad. Todo católico sabe que María Sma. ba despojado á Satanás. (') Passaglia, de Immaculat. Virginis Concept. Commentaria, part, 1.*
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