BCCPAM000542-2-34000000000000
88 dres, que viven aún en la region de la sombra de la muerte; todo el mundo arrodillado 4 tus plantas espera esto mismo, y no sin razon, pues de tus labios está pendiente el consuelo de los miserables, la re- dencion de los cautivos, la salvacion de los condenados á morir, y la de todo el linaje de Adan, que lo es tambien tuyo. Date priesa, oh Virgen, á responder; pronuncia ya la respuesta, que están esperando el cielo, la tierra y los abismos (1).» «Apénas la dió; dice el citado San Lorenzo Justiniano , el cielo se llenó de gozo, los ánge- les tuvieron una nueva alegría, los demonios temblaron de espanto y de terror, el ángel embajador tuvo un gozo inexplicable, y los Pa- dres detenidos en- los senos infernales alabaron á Dios, porque se acercaba el tiempo de su libertad (2). » El día de la gran victoria de la humanidad sobre el Amán infer- nal, que había jurado su exterminio , empezó en aquel, en que María respondió al ángel, qne consentía en ser Madre del Redentor del mundo. Si ésta humilde y purísima criatura no hubiese comparecido unte el acatamiento de la majestad de Dios, y no le hubiese arrebata- do el corazon por las bellezas inefables de su alma, no hubiera lle- gado jamás el momento de entonar el himno de victoria sobre el ene- migo comun. Al poco de haber hablado Ester con Asuero , abogando por su pueblo , pudo éste celebrar con cánticosde júbilo la solemnidad de las suertes, modulando al Señor un salmo nuevo , en el cual expre- sabá la grandeza del beneficio recibido (5) : y en este himno prefigu- (1) Homil. 4, super Missus est. (2) 1d. , sermon de Annunt. (3) Es opinion de muchos comentadores antiguos, como Orígenes y Teodoreto, y de otros modernos, que el salmo 117 se compuso despues dela cautividad de Babilonia; y áun se eree que fué compuesto para re- cordar el beneficio hecho por Dios al pueblo Hebreo, en haberlo liberta- do de la muerte que Amán le preparaba. Y no faltan razones para creer- lo así, pues la materia del salmo es casi la misma que la que nos des- cribe el libro de Ester, lo que se demuestra fácilmente con poner paralelos los razonamientos de aquella y los de su tio, y las palabras del salmo. Pondrémos unos cuantos versículos, por no hacer demasiado di- fusa esta nota. LIBRO DE ESTER | SALMO 447. Cap. X. v. 9. Y mi gente es| Y.3.. En medio de la tribula- Israel , la cual. clamó al Señor, | cion invoque al Señor, y me oyó y el Señor salvó á su pueblo. | el Señor con anchura. Cap. XUL vu. 11. Tá eres el V. 6. El Señores mi ayudador: Señor de todas las cosas, y no|no temeré lo que el hombre me hay quien resista á tu voluntad.. haga : yo despreciaré á mis enemi- OS. Cap. XUL, v, 135. Nuestros| V. 7. Yo despreciaré á mis enemigos nos quieren perder, y | enemigos. acabar tu heredad.
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz