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73 á ella el Verbo Eterno, y quedando siempre Virgen despues de ha- berle dado animacion en la naturaleza humana. Muchos eran ya los años que contaba el fundador de la monar- quía hebrea ; extenuado por tanto por los muchos trabajos que habia padecido en una vida consagrada toda á los azares de la guerra, ha- bía perdido el calor natural, que no le permitía tomar alimentos, ni reconciliar el sueño. Fué pues determinado en consejo de sus áulicos buscar una virgen joven y hermosa, la cual tuviese á su cargo dar con su vigorosa lozanía al desfallecidó monarca el calor que le fallaba. Hiciéronse al efecto exquisitas diligencias , registrando todos los con- fines del dilatado reino de David, y al fin se encontró una jovencita hermosa, á quien cupo la hoora de vivir con el rey, compartiendo con él su lecho, y sirviéndole con su mano los alimentos, Y fué tan- ta la delicadeza de la' doncella y su honestidad , que el moribundo mo- narca adquirió fuerzas y vigor, sin haber por tanto conocido á la Su- namitis, pues tan vírgen era cuando el Rey murjó, como cuando la admitió en su tálamo (1). ' ¡ Dichosa doncella por cierto ! Vivia en el seno de la nacion santa, y cúpola la suerte de que un rey poderoso emplease en buscarla en su país, nada ménos que un cuidado parecido al que Dios puso en accion para escoger 4 la Virgen, que daría animacion á su Hijo. Porque en efecto , la Encarnacion del Verbo Divino estaba decretada desde la eternidad ; era necesario que hubiese una mujer, que lo con- cibiese y engendrase: y Dios fué viendo una por una todas las que ha- bría en la humanidad, sin que se hallase alguna que mereciese por sus virtudes ser elevada á tanta dicha, hasta que no llegó 4 María (2). Hasta la tierra en que nació la Sunamitis de David lleva impreso el misterio de la Vírgen dichosa que sería llamada á ser Madre de Dios (3); pero su conducta hacia el gran rey, que figuraba á Cristo, revela que Dios la llevaba al lado de este monarca, para que asombra- se á su reino enlero con su pureza; y presagiase en la conservacion de su virginidad aquella vida, más que angelical, que tendrían algun día en un rincon de la Judea dos esposos, los cuales se amarían , Co- mo no ha habido amor entre los que han unido sus destinos tempora- les en santo enlace, y sin embargo ofrecían sus cuerpos al Señor en E 3Reg.,cap.1,v.3,4. (0) Eutim.., de Laudib. Virgin. (3): Abisag era nativa de la familia de Isacar, que quiere decir re- compensa, alegría, gracia ; y ¿4 quién mejor que á la Virgen correspon- den esós nombres , cuando fué la recompensa, que Dios dió á la fami- lia de David que la engendró , la alegría de todo el linaje humano, y la gracia mayor que Dios ha hecho á los hombres? Qué mejor gozo puede darse Es el que resulta de haber recibido de Dios el mayor favor que ha hecho al linaje humano con darla á María? (Ricardo de S, Victor, li- bro de los doce Patriarcas.)