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536 mo, y recibiendo en su palacio los homenajes de los reyes y princesas que venían hasta de países muy lejanos 4 contemplar sus obras y ha- cer experiencia de sus talentos y de su saber , delineaba á grandes rasgos al celestial y pacífico Salomon , que había de levantar el ver- dadero templo donde fuese Dios adorado en espíritu y verdad , y fun- daría la nueva Jerusalen, á cuyo seno vendrían los reyes y príncipes de toda la tierra, y de la cual saldrían la ciencía y la doctrina para enseñar á todos los hombres. Pudiéramos ir discurriendo por otros reyes, y sabios, y capitanes ilustres de aquel puebio , en cuya vida y acciones har visto los Santos Padres dibujadas las acciones de Jesucristo. Porque es necesario no echar jamás en olvido , que Dios envió en todas las edades á la hu-— manidad ciertos recuerdos de sus promesas , suscitando en cada una de ellas hombres justos, que por sus virtudes , realzadas por alguna en que sobresalían, representasea al Justo por excelencia que algun día había de venir. Adan y Abel fueron su tipo en la primera época del mundo; Noé, Isaac y Jacob lo fueron en la segunda; Moisés, Fi- nées y Josué lo fueron en la tercera; David y Samuel, en la cuarta ; y Salomon, Josafat, Ezequías, Josías , Salatiel, Zorobabel, Nehemías y Matatías, en la quiata. En un espacio tan dilatado como es el de cua— tro mil años (1), los tipos animados de Cristo tenían que ser muchos y variados ; y Dios quiso que los hubiese, tomándolos de todas las clases de la sociedad, no excluyendo á las más humildes, ni omitien- do las más elevadas. Cuando la humanidad está aún en su cuna, se deja ver un inocente muriendo tan solo porque lo es, y porque no puede un malvado soportar que la justicia de su hermano sea una re- presentacion severa de su iniquidad (2); más tarde aparece la figura verdaderamente colosal de un rey, que es al propio tiempo sacerdote del Altísimo, y ofrece un sacrificio de pan y vino, y recibe homenaje de reconocimiento y vasallaje del mismo Abraham (3), que le da la décima de su botin bien ganado, reconocióndose s1 inferior por su parte y por la de sus hijos (4). Despues empieza una caden: de hom- bres, cuya vida y acciones asombran. Moisés como legislador , cuan do ántes fuera sólo un conductor de rebaños; Josué, ante quien ce- den los ejércitos más aguerridos, á cuya presencia caen las murallas, se deshacen las huestes y se rinden las naciones, y á cuya voz mu- dan de rumbo las aguas, y se detienen los astros en su marcha; Da- vid que de un pastorcillo se vuelve capitan , triunfador, conquistador, rey y profeta ; Salomon , que es un jóven, y asombra al mundo con sus sentencias , sus juicios, su templo, su palacio , su gobierno, su (4) Son los que mediaron desde (3) Genes. cap. 14, v. 20. Adan hasta Cristo. (4) Hebr. cap. 7.,v. 7,8. (2) Genes. cap. 4,v: 5,8.