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A is A A A nai -- 559 aventuradas: son la expresion de sus convicciones, son el efecto de las instigaciones satánicas, á las cuales dan un asenso omnimodo. Lo mismo que ellos dicen con la lengua , ha dicho Lucifer en su corazon. Ninguno ha tenido sospechas más vehementes que él, sobre si Jesus seria un puro hombre, ó si había en él algo más que la naturaleza humana: él sólo había experimentado más que todos los fariseos juntos lo que podía Jesus, pues se habia visto confundido en las tres tenta- ciones, rechazado y despreciado en sus sugestiones, arrojado de los cuerpos y desterrado á los de animales inmundos. Además, habia vis- to que Jesus le quitaba más almas que otros profetas, y estaba tocando ya con la mano la conquista de todos los corazones, pues el pueblo todo se iba tras de Jesus. Pero tambien le había visto llorar, tener sed, hambre, cansancio y padecer otras necesidades, y con esta ciencia que tenía andaba perplejo, sin saber qué decir, ni qué pensar sobre Jesus, hasta que por fin se decidió á hacer la última experiencia en él, que era la de conjurar contra su persona á los poderosos, trastornar las ideas del pueblo, apoderarse del corazon de un discipu- lo, echarle mano, llevarlo á los tribunales, acusarlo de profeta falso, de subversor del pueblo, de enemigo del templo y de la autoridad, para llevarlo al patibulo: porque si se conseguía esto, decía el ene- migo para sí, era claro y evidente, que no era Hijo de Dios, pues siéndolo, su Padre no permitiría el atentado, Lucifer había conseguido todo esto á su más completa satisfac= cion : ninguno insultaba á Jesus crucificado más que él : y quizás sólo él despreciaba y vituperaba á la Virgen que estaba en pié junto al Hijo moribundo. Miéntras los escribas dirigían al Crucificado sus ra- zonamientos vituperadores, él lo trataba de miserable, que se había querido levantar contra su poder: de arrogante, que babía desafiado con destruir el templo , y luégo había caido cobardemente en manos de la justicia : de impostor, que había dicho que él era ántes que Abraban siendo un miserable vecino de Nazaret, y de embaucador de los pueblos , pues les había asegurado que era Hijo de Dios, mién- tras que ese Dios, á quien llamaba su Padre, lo había abandonado, y permitía que muriese como los hombres más inícuos, hecho un maldito y execrado de la ley, y el escarnio de la plebe , de los sabios, de los magistrados y de la potestad suprema. ¿Qué era en aquellos momentos para Lucifer la Virgen Maria? Nada : una vez persuadido de que su Hijo no era el Hijo de Dios, su Madre fué tenida por Satanás por el ser más despreciable : poco la conocía él, pero nada le importaba ya : había podido sospechar que quizás esa mujer valía algo , porque había dado á luz al hombre, que fuera tenido porel Profeta, y áun aclamado por Mesías, hijo de Da- vid; pero ya veía , que no pasaba de ser una miserable, oscura en su nacimiento , envilecida por su matrimonio con un arlesano , y degra- a nO .,) es 145 e E e

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