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ur 557 negocio contra la ley, ni que intente faltar 4 las prescripciones de su pueblo: ella ha formado un concepto tan humilde de su propia nulidad y bajeza, que nose tree ni áun digna de tomar parte en el gran hecho de contribuir á que nazca el Deseado de las gentes, siendo su única aspiracion el poder servir de sierva á la que Dios tenga destina- da á ser la Madre de su enviado. Firme en estos pensamientos, cada dia se alegra más de haber consagrado á Dios su cuerpo con el voto de virginidad perpétua, no pensando en más herencia que el amor divino, ni en otro patrimonio sino la pureza. Hé ahí la inocente paloma que revolotea sobre mil fangales, sin manchar su blancura: hé ahí la luz celestial que empieza á romper las densas sombras de la sensualidad universal. Con esa sola resolucion la Virgen ha ceñido la corona de Reina de los patriarcas y profetas y justos que hubo en el seno de la nacion escogida; estos eran santos áun en el deseo de tener muchos hijos: la Vírgen es infinitamente más en no querer tenerlos, por no dar á sus sentidos ni áun un placer lí- cito y honesto. Semejante idea no había existido hasta que la Virgen no vino al mundo: pero este pensamiento había de producir en el mundo la continencia, la castidad. la pureza, y la virginidad, repar- tiéndose estas flores de honestidad en todos los estados de la sociedad humana, y dándose á cada uno lo suyo. La idea de la necesidad de la pureza para ser amigo de Dios era de tanta importancia para la Virgen, que subordinaba á ella todas sus acciones, su existencia y su porvenir. Poco valor tienen en su cora- zon todas las cosas de este mundo, pues uno solo es su deseo y su pro- pósito; ser siempre Virgen, y vivir unida en virginal consorcio con el mismo Dios á quien ama, á quien adora, y por cuyo amor se sacri- ficaría mil veces, si mil vidas tuviera. Y adviértese esto bien á las claras, cuando el ángel del Señor le anuncia que va á ser madre , pues, como dice San Gregorio Niceno, no bien oye esa palabra, cuando se pone á la defensa tomando el escudo de su propósito de virginidad perpétua (1). Hay que poner mucha atencion en esa conversacion, para ver hasta qué punto tan culminante llevó la Virgen su amor á la virginidad. El ángel anuncia á la Virgen la cosa más inesperada, aquélla que más lejos estaba de su"pensamiento, aquélla en la cual no había pen- sado jamás ni sospechado siquiera que pudiera acontecerle. Le ha so- brevenido lo que desearon cuarenta siglos, lo que fué suspirado por las generaciones que vivieron en ellos. Para que eso sucediera, pidió hijos Abrahan, los pidió Isaac, los pidió Manué, los pidió Ana, y cuantas mujeres estériles hubo en el pueblo de Dios. Sin embargo, (1) Div. Thom. , Caten. aur. in Luc. cap. 1.

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