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o 405 este entierro, tontinúa el mismo Padre , al ver que aquel cuerpo inmas culado, ennoblecido con el hóspedaje de Dios , es colocado en la tierra; se podría decir que era un espectáculo digno de lágrimas amargas; porque veíase que la muerte poseía las primicias de la vida , y que'el sepulcro encerraba en su seno á la que había vaciado los sepulcros. Pero nadie tema, nadie se entregue por esto al dolor, ni se angustié. A"lo que es nuevo convienen cosas nuevas; y es necesario que sobre= vengan otros portentos á la que ha vivido por efecto de una sérié no interrumpida de milagros. No tendrá la tierra en'su seno lo que es celestial: ni tampoco invadió la corrupcion á lo que era inmaculado; Pronto irá el cuerpó á donde está el alma: pfonto subirá lo que esinz corruptible al paraje donde vive la sin mancilla (1). » $. HL. Resurrección, triunfo y gloria. Uno de-los espectáculos más consoladores que ha tenido la Iglesia militante , ha sido despues de la resurreccion y ascension de su divino fundador, la gloriosa asunción du la Virgen á los cielos: porque vigW ron los Apóstoles y los demas fieles con sus propios ojos el modo y má- nera, como cada uno de los hombres ha de resucitar algun dia, uaién-> dose denuevo el alma y el cuerpo, y subiendo por la virtud de Dios:4 reinar con él porlos siglos de los siglos. Y hablando de este dia, en que la Virgen entró en. el cielo llena de gloria, dice San Bernardo, que está enla mas completa armonía con loque fué la cansa de todas las grandezas de la Madre de Dios. Porque; «ni en-la tierra, dice ¿hay un lugar más digno que el seño de la Vírgen, en'el cual ella recibió al Hijo de Dios, ni en los cielos cosa más admirable que el solio en qué su Hijo la sublimó. ¡Dichoso uno y otro recibimiento! Lós dos son inefa- bles, porque los dos son incomprensibles (2)..» Nada se sabe por los libros santos sobre el dia en que acaeció vel tránsito de la Virgen; peroes opinión general que acaeció el 13'de Agosto, : habióndose. verificado su, asuncion el 15. Ni tampoco consta que hubiese habido testigos oculares de:su subida á los cielos, no obstante que algunos afirman que los Apóstoles Ja vieron átra= (1) "Serm. to Deip.n.” XIX. Tambien refiere S.Funn Encritenso el atve. vimiento del Judio; que se empeñó en echar por tierra el santo féretro, asi cónio insinúW su castigo: su conversión y el huber sido en seguida el pregonero de lás gloritis de lá Virgen: (Serm. ia Deipar. Dormit. ¿rmrúm XXE.XX4/XX81, XXIV.) Só we por el testimonio de estos Padres, quevar los primeros siglos sé cónsetvaba ésta! tradición venta Iglesia de Oribe 2) 1d. 2, de Assumption,.