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398 alreviéndose ni aun 4 respirar; por no perder una sílaba de aquellas palabras llenas del Espírito Santo. Y así hubieran permanecido siem— pre, 'á noliabérles dicho la Virgen Inmaenlada' que Negaba la hora de su dísolncion ,-y. encargádoles"que> levasen' su outerpo' al sepalero. Entónces la amable Señora levantó sus ojos y84s manos al cielo, su— plicando á su Hijoque dérramase abundantes gracias sobré:su Iglesia: y emwsa notabre'béndijola tierna Madre 4 todos y'4 cada uo ; y cer- rando suavemente sus santisimios ojos ,' se) darmió cón el dmtee sueño del justo, cuya alma vuela ;: como inocente paloma , al cielo. en e. e Peque y porteiios. Cuándo. la. Mon. Mini dortniá dutósmente, je que su alma fuese d recibirla 'córona de la gloriá terna , acóntecia 4 los Apósto- les ¿lo que»speede:Weuiencoye los acerítos!” vibrantes de una sinfonía, que: eou. sonidos: armoniosós- llena! el ambiente por" todas partes, y euando median algunos tonipasos” de: silencio ;hierén: tafíbién sus oidos los.edos” lejanos: e: 0trá armonia ¡que no discrepa éw sa diapa- son dela; que tiene 'júnto 4 sf.“ Et asombro es od el éxtasis no interrumpidos si calla mia Sinfonia habla la otra; y ¡el corazon se encuentra: conmovido: y. el alma absortaj encantada y elevada. Asi sucedió 4 los dischpulos. atasistir al tránsito de lá Virgen: las palábras de' ésta eráa? pára: ellos. Más! saves” queer reñido! armonioso dé cien arpasy cuyos: ¿cordes unásonios y melodiósos Megarw 4 las fibras más de- licadas del corazon de-quien las '0y6/ Ew vaño intentará el dolor buscar un resquicio para 'éntrar en los :corazones'de' los discípulos, pues no lo hallará ¡st pora ¡nstántertn sólo: la Virgen toma alientó para con— tiínuar:su: dulcísimo coloquio; ¡westienari en sw xposento 'lós ecos de las músicas-arigólicas.que- vienen del cielo: y se acercan: y citando por fin aquellos labios de carmin se cierran, un conjunto de o6es'é instra- méntos dél cielo lena ro0h 'stis'ecos suavisimos todo el espacio, y eleva en extásis 4vonantos lus "oyen: Heséribirómos lo que allf ópásó con las mismas palabras «quélo rofñiere-Sait Isidoro de Tesalónica (1): «Era una ¿osa/digna del verse ellcoritémplar/á. aquéllos pregoneros divinos ¡sextáticos con las inelodias queé-sas oidos” percibían. Todo e! espacio que media-entre' el city la tierra / “estaba oónpado con la brillante muchedumbre -de'dos/santos ; los cuales subian á- los ciélos eon' el Señor que llevaba: aquella: alma divina; earitando y modulando todos á la Madre ¡maculadisima del Verbo de Dios himnos y cánticos (1) Serm. de Dormitione Deip. . n.* XXI
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