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386 3uspirase por verla y oir de sus labios una palabra: y euando la pro— nanpiaba, era recogida cón más ánsia, que él avaro mercader recoge los diamantes y las perlas (f). Básta leer las primeras lineas del Evan- goliodél discípulo amado, para conocer en qué fuentes tan “copiosas y puras bebió aquella doctrina tan inefúble de la generacion eterna del Verbo: pues nos se las inspiró su divino” Maestro, euandó se re- clinaba sobre sa corazon enla última cena / sirio tambien aquella Má»s- tra oolestial, 4 vuyo lado wd tántos “años “oyendo las dogmas más augustos de nússtra Religión adorable , y aprendiendo aquellos precep- tos del:amor deb Córazon' divido ricia los hombtes; los eales sólo á Juan fué concadido explicar; porque sólo 48! que éra virgen, quiso conceder el Salvador qué durítiiese sobre Sa sagrado pecho" y que le sucediese en esté múndo en lus privilegios y deberes de" hijo" hiácia su Santísima y visginal Madre. ) Ele se Ala doctrina copiosa que brotaba de sas labios, añadía la divina Madre'el ejemplo admirable de sus virtudes” ¿ayo suavisimto aroma se difundió entre los féles de' Efeso dé tal manera, que eri “el'modelo de todos los cristianos del ' Asia , húbiendo merecido que' “el “apóstol San Publo los alábase por su dónstánciá en lá Te y quelo8'éxplicase los tiras isablimes arcanos de la 'predestinácion gratuita “6H Jeguóristo y de la justificacion: por la gracia divina yla" fo en el nismo Señor. Fué en todo aste tiempo la Virgen Maria, 10 que habfá sidd toda su vida miéntras vivió en su humilde moráda de Núzareth , repartiendo ebtiem- po en contemplar Tas guandezas dela misericordia divina) y én cuidar de cuaáto pertenabíá á la! evoriomía “doméstica del frievo hijo ; qué su amado Jásus la había encargado qhe le sastitayese desdé el momento en que él moria. Vivía su alma en un éxtasis contínuo no apartando su imaginacion de las obras de su Hijo, desde que nació hasta que subió al cielos asistía cada' día 4 la: délebracion' delos 'misterjos divinos , y recibía tambien cada dia el pan de los Atigeles + de modo” que podemos créer piadosamente, que fué su pecho. un relicario sagrado ,.en,el cual vivia siempre su Hijo:saoratisimo : instruia á los'ignorantes, consolaba 4 los afligidos , y daba de:sa pobreza 4 los menesterosos.*”' A — (4). Ha producido:esta tradicion'antigua Juan Viguter. refiriendo ura carta de Sán Ignacio á San duan Evangelista, eh la cual lesuplica que le permita ir 4: visitar á la Madre de Jesus; pues no puede.háber, dice, quien sea amigo de la fe, que nio arda en déseos de ver á esa Señora. Es tam - bien conocidísima la tradición'sobré el efecto sorprendente que causó en San Dionisió Areopagita la vistá de esta Madre de piedad; pues se dice, que escribiendo ú-San Pablo le confiésa ingenuamente, que si la fe no le enseñase, qué aquel sér admirable era una pura criatura, y que no hay sino unsolo Dios, hubiera creido que era.una divinidad. (Vid. Amor de Maria, por Roberto ermitaño Camaldulense. Mazerata, 1802, pág. 111.)

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