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376 Madre. ¿Quién puede comprender lo que pasó entónces? ¡Los coros de los ángeles, estacionados desde el monte del Olivar hasta el empí- reo , cantando á coro el trisagio, de Isaías! ¡Los santos sin número, que había habido desde Adan hasta el ladron convertido en la cruz, modulando en ¡ndecibles armonías, el cántico ,. con que, Moises. y su pueblo celebraron su victoria sobre sus enemigos, llenando con..sus ecos todos. los espacios! ¡Un Hijo, subiendo con marcha majestuosa desde el lado de su Madre por las nubes arriba, bañando las mismas nubes con luces y resplandores! ¡Oh! Para vivir en presencia de. tanta gloria, era preciso ser María la inujer fuerte, la, Vingen, eslorzada, que holló con su pié lá cerviz del dragon, la Madre de, Dios. Asi es, diceel PadreSan Leon (1), quelos bienaventurados A pós- toles y demas discípulos, ántes llénos de temor al yer, morirá su Maestro , y despues entregados á ambigiedades ¡respecto de su, resu- rreccion., confirmados ahora en. la fe, no sólo no se entristecieron al ver 4 su Maestro subirá los, cielos, sino, que se. Jlenarón de, tanta alegría, que se quedaron enajenados y. elevados en un éxtasis celes- tial, del cual no salieron. hasta que,,los 4ngeles.no , les hablaron, (2). : Y si esto sucedía á los discípulos, ¿qué acaeceria á la Madre de Jesus? ¡Ella que veía que la natúraleza humana, se eleyaba sobre; todo lo criado y. subía al, cielo! ¡Ella , que sabía, que; su; Hijo, igual 4 Dios Padre en, su baturaleza divina, ¡ba á sentarse, en el empíreo á su, de recha,, dejando atrás la digoidad, de todas, Jas criaturas del gielo, y 4 todos los órdenes de ángeles y arcángeles, y asociándose, en su,nalhra- leza humana á la gloria que tenia en la divina! ¿Cómo estaria súcora- zon? ¿Cómo su espiritu? tá La Virgen estaba en lastierra ,, arrodillada en presencia de, tanta gloria y majestad junto con los. apóstoles y los, discípulos:, pero. no du- demos que en espiritu, voló al cielo , á; ser testigo del triunfo, de su Hijo (5). Creamos nosotros como la Virgen creyó , para que nos haga- mos dignos, de alcanzar las promesas de su Hijo, y veamos, algun dia su gloria en el cielo, (1) -oSerm: de Ascens: Dom. (2) Actcaprtiv, YE , (3): ka venerable Madre María de Agreda, enla 21 partes lib: 6. cap. 20, n.*1313 desu Historia:de la Madre de Dios, dice. que la Virgen ofuéle- vantada consu Hijo al cielo, quedando sin embargo en el eenáculo por modo admirable y milagroso. En'ese:caso debió set esteprodigioel dela bilocacion, de lacual hemostenido repetidos'ejemplos enla Iglesia, sien+ do: múy-conocidos el de San'Antonio dé Padua, que estuvo 4 un mismo tiempo en Italia y enLisboa:; el de Sán Alfonso'María de Ligovio.que se halló 'á unomismo tiempo-en Nápoles: v en-Roma junto 4 Clémente:X1Y. moribundo; y el del Venerable Úrozco, que estaba en América: y al mismo tiempo se le vió junto al lecho de su padre, e estaba espirando, y á quien auxiliaba.. No nos sorpretíde lo que dice la V.'M:: Agreda; porque