BCCPAM000542-2-34000000000000

h* H. Bl corazon: de madre. Triste. y deséonsolada quedó la Virgen María en Bethania despues que su Hijo se despidió de ella para"ir-á morit; pero su; corazon: mag- nánimo y generoso'la daba fuerzas; para salir 4:arrostrar los «mismos conflictos en que su Hijo se encontrase ,-y sólo esperaba la prudentí- sima Señora; que se presentara el momento oportuno. El astro debdia se había escondido tras de los'altos collados: las últimas luces fueron absorbidas por las sombras de la noche: el negro manto de las tinie- blas 'arropába la tierra, y 4 medida que las horas ibaw avanzando , se ¡ba extendiendo 'sobre'el' corazón dela Virgen un nuevo velo de tris- teza acompañada: de-ena congoja lenta que: la oprimía., creciendo sin cesar? Era todo sin'duda alguna el efecto de aquel lenguaje subli- me y. maravilloso , qué Dios'ha dado'al corazon de la, madre; que sue- lé conocer lás extremas desgracias de su hijo, aunque no las vea: por- que él' amor intenso y puro tiene como por instinto la: propiedad de recibir, como por repercusión ,“todos los golpes depena y dolor , que caen sobre el objeto amado: y esta propiedad: del” corazon materno, que cada madre posee en grado comun, la: Madre de Dios:la'tenía.en un grado de perfeccion indefinible. En efecto , habían acaecido ya á Jesns cosas tan herimosas, que si faera otro hijo, y su madre viera la más mínima de ellas ¡hubiera esto bastado para que sucumbiera ésta bajo 'el peso del dolor. Despues de haber cenado el cordero pascual con'sus discípulos, de: haberles lavado los pies, y haber instituido el admirable: sacramento de la Eucaristía: ; Jesús se levantara de lá mesa' para emprender su marcha al paraje 4 donde habían de venir sus enemigos á prenderle. Eran oñee nada: más los discípulos que lo acompañaban; porque'el duodé- cimo , vendido 4 los'enemigos de Jesus y á Satanás , había preferido unas cuántas! monedas viles'al tesoro infinito del Hijo de Dios. Ah ! ¿ Cómo no sé había de ir comprimiéndo el corazon de María, desde que su Hijo se despidió. de ella en Bethania? Miéntras: éste estaba sen- tado á lá mesa, 'institayendo el: recuerdo inefable» de su amor 4 los hombres, para quedarse con ellos en el mundo hastasu consumación, bstos estaban hacióndo los preparativos para arrojarlo de el yo borrar hasta la fama de su nombre: Unos están añilando -sus- alfanjes'; otros aprestan grillos y cadenas; éstos están preparando lanzas: y mazas aceradas , aquéllos ordenan “cohortes: y ctiadrillasy'+ yo todos juntos, señores y siervos, soldados y sacerdotes, forman una chusma confu- sa, donde no se oye más que una sola voz , que es la captura del-tla- mado Profeta de Nazareth. Esto pasaba: en Jerusalen ;.y, no parece sino

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz