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24 descripcion, seguirémos constantemente en esta obra. María Santísima es el modelo más acabado de todas las virtudes, habiéndola dado Dios al mundo para que fuese, despues de su hijo, el ejemplo que los hombres habían de seguir, si querían ser salvos. En cualquiera edad y estado que consideremos su vida , hemos de comprender que su condicion social fué siempre la pobreza; pero esta condi- cion transitoria y accidental en la vida humana, era el velo que encubría las grandezas divinas de esta-Señora. Bajo esta gasa oscura estaban escondidas todas las grandezas de una Reina , y cuantas virtudes son necesarias en todos los estados de la vida humana. La inocencia de la Virgen, el cariño de la esposa, la ternura de la madre, el retiro y recato de la viuda, el silencio en las contradicciones , la paciencia en los trabajos, el heroismo en las grandes ad- versidades , y cuanto constituye un alma perfecta en sumo grado, era todo connatural en María. Era niña, y era una heroina; era arciana, y era una Virgen inocente; era la esposa más amante de su consorte, y envidiaban los ánge- les sú pureza; era por fin Madre de Dios, de un Dios que quiso ser pobre, y vivir perseguido y humillado, y morir en una cruz, dando participacion en sus trabajos y tor- meéntos 4 $u Madre, y está dicho todo. Al lado de una mu- jer que toma parte en el magisterio divino, y 'comparte con el Hijo de Dios, quelo es suyo tambien en la naturale- za humana, cuanto éste hace por salvar al mundo, los Profetas son unos niños , los Apóstoles unos párvulos ,. los Patriarcas una sombra, los Mártires un débil arbusto, y las Virgenes una flor pasajera. María es el gran todo en la práctica de las virtudes, y los demás no.son sino una par- tecita insignificante. Siendo esto así, como lo és en realidad , debemos adop- tar para describirlo el lenguaje que mejor se acomoda con la verdadera y sólida grandeza, porque la afectación en el