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1 pi iS 4 ñ PA 232 que tienes decretado enviará tu. Hijo al mundo, para que converse con los hombres : haz , Señor, que mi corazon sea su habitacion pura € inmaculada (1). >» Si tan elevada fué la oracion de la Virgen en el primer momento de su morada en el templo , ¿quién podrá cemprender hasta qué gra- do de amor divino llegó en los:doce años que vivió en él? Dice San Tarasio, que siendo ella de una edad muy provecta aún en su niñez, adoraba sin cesar al Señor, y como recibía:el alimento de mano de los ángeles (2), apénas se: la: veía conversar con los hombres: su ocupacion: más asidua era estar en el templo, méditando enla cadu- cidad de las cosas terrenas, y como tenía las riquezas del cielo, des- preciabalas de la tierra, contemplaba siempre el gozo de los ángeles, y. miraba sin cesar ul Espíritu Santo . Redu cíanse, por tanto, las ocupa- ciones de la Virgen en el templo á recibir.el pan que la llevaban los (1), S. Tarasii Orat..in Deipar. Presentat., n.* XL (2 Se conservaba esta tradicion tan arraigada en la Iglesia oriental, qué dicen lo mismo varios autores que trataron sobre esta festividad. San Isidoro de Tesalónica lo dice'en dos parajes diferentes del mismo discurso, afirmando, que sele permitió á la Virgen que viviese en el lugar santísimo del templo , llamado el.Sancta Sanclorum , y pone en boca de Zacarias estas palabras; «Entra, oh niña , con confianza en tu «santo templo ; pues este domicilio tuyo puede Jlamarse mejor que de «ninguno ; te entrego la casa de Dios, donde sólo puede entrar el pon- «tífice una vez al año. Ve por tanto, hija, al lugar santísimo, pues tú »recibirás en tí al Santo de los Santos, y nos darás á todos la santidad.» (De Presentat. Deipar. , Serm. núm. XVII.) El mismo Santo en el mis- ino discurso hasta intenta demostrar que el templo de Jerusalen se hizo de órden de Dios, para que algun dia sirviesée de habitacion4 la Virgen, y dice estas palabras: « Ásíicomo Dios, ántes de criaral hombre, hizo por él el cielo y la tierra y. todas las cosas, visibles; convenía del. mismo modo, que por este hombre nuevo, más sublime que los ángeles, la Virgen se hiciese una morada más hermosa que todas. Es hecha esta morada, y si recibió el. renombre de santa, lo que no recibió ningun otro edificio, fué porque debía recibir en su recinto aquella oficina de la santidad, la Virgen A que es aquel yaso sin mancilla, aquella urna purísima, y aquella riquísima alhaja que es Madre del Verbo.» (Nú- meros Y El mismo Santo, el monje Jacobo (Serm.in Deip. Present. núm. XVI, XVI) afirman que la Virgen en el templo trataba 4 menudo. con los án- geles, y recibía de ellos. frutas adornadas de floresy. otros alimentos más tios que terrenos. Lo mismo afirma San Germano de Cons- tantinopla. (Serm. de Preesentat. Deipar., núm. XI.) ¡Cuán cierto es que desde la cuna hasta el tránsito de la Vírgen todo es un tejido de grande- zas! ¡Con cuánta razon dijo esta amabilisima criatura que el Todopo- deroso había hecho en ella cosas grandes | Su concepcion sin mancilla y su divina maternidad son las dos obras grandes y maravillosas que sa- bemos por la revelacion que Dios. hizo en ellg y con ella : pero ¿ quién puede saber todo lo demás que en materia de favores hizo Dios á la Vír- gen? Cuando llegue el dia de nuestra eterna dicha, lo. sabrémos.