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1 1 A Ed E > | A y 18 sobre todo en los de los nueve primeros siglos de la era cristiana se ha de buscar cuanto concierne á saber la vida de la Virgen. Hemos creido que al escribir de esa manera, tenía el autor la laudable intencion de cautivar la atencion de los hombres de este siglo, cuyo gusto por el estilo lige- ro, poético, romántico, florido y de frases elegantes es tan pronunciado, no gustando ya mucho en general aquel de los antiguos, tan grave y majestuoso por su elocuencia y dialéctica. Hablando en esa obra de los desposorios de la Virgen, dice el autor que ésta llevaba pendientes y brazaletes de oro; sobre sus cabellos rubios y rizados una sencilla guirnalda. de máirto; no llevando rosas, porque no estaba en los dias de pri- mavera, y un velo de Sidon bordado de oro ó plata, el cual ondeaba como una nube á su alrededor (1). En el mismo li- (1) Es cierto que una joven puede adornarse con sobriedad, como dice San Pedro que lo hacian aquellas santas mujeres que esperaban en Dios (1.* Petr. , cap. 3, v. 5); pero por más que sea costumbre entre las mujeres orientales, eomo lo hemos visto en la India, llevar sobre su cuerpo muchas alhajas de oro y pedrería, no podemos persuadirnos de que la Virgen llevase guirnalda de mirto en sucabeza, aunque no fuese más que por aborrecer, como hija de Abraham, todo lo que tuviese alguna semejanza con los adoradores de los idolos, quienes ponían guirnaldas en sus frentes para celebrar á sus dioses falsos; ní mucho ménos pode- mos creer que fuese sobre sus cabellos rubios y rizados, pues precisamente prohibe todo eso 4 las mujeres cristianas el Espíritu Santo por el mismo Apóstol con estas palabras: Vo sea su adorno por defuera con los rizos del cabello, ni con dijes de oro, ni gala de vestidos (v. 3.); lo que tambien reprueba S. Pablo cuando dice, que las mujeres se atavien con recato y modestia, y nó con los cabellos rizados, ni con oro ó com perlas ¿adornos costosos (1.* ad Timot. cap. 2, v. 9). Y ¡qué! ¿había de hacer la Vírgen ni una sola vez, ni áun en el dia de su triunfo en Jerusalen, como lla-