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226 seguidos y atribulados, para que en nada desmintiesen , que eran los dos el verdadero renuevo de aquel gran padre de los creyenles y de Sara su esposa : pues ellos tambien pasaron por las tristezas de la in- fecundidad y esterilidad , y por las amarguras de las contradicciones. Lo que causó más dolor á sus corazones fué el desprecio y sarcasmo con que fueron desechadas sus oblaciones al Señor en el templo, lo que no podemos ménos de referir con las mismas palabras con que lo describe un santo Padre: «Eran, dice , Joaquin y Ana dos esposos que se habían ocupado toda su vida en buscar la verdadera sabiduria, que forma las buenas costambres , y conserva el hogar doméstico en la suavidad de la paz. Hacíalos muy recomendables su piedad, y tambien la caridad con que repartían sus riquezas á los menestero- sos: y miéntras los demas no hacían sino una simple oblacion al Se- ñor, ellos se la hacían duplicada , ora por demostrar su reconoci- miento al cielo, ora para alcanzar gracias para todo el pueblo. »Sucedió entre tanto que, preséntándose un dia en el templo estos santos esposos, fueron insultados por alguno, echándoles en cara su infecundidad , lo que les causó mucho dolor, y les hizo derramar en su soledad lágrimas amargas. Pero, repuestos un poco de su acerba pena, convinieron mútuamente en pasar cuarenta dias en ayunos, oraciones y lágrimas al Señor , rogándole que les concediese un des- cendiente para la familia de David , y prometiéndole que se lo consa- grarían en su santo templo , dedicándolo 4 su servicio en el mismo templo (1). » San Tarasio , patriarca de Constantinopla, pone en los labios de San Joaquin la siguiente oracion dirigida á Dios en el monte adon= de se retiró: «Oh Señor, Criador de todas las cosas visibles é invi- sibles, Tú, que escudriñas los secretos de los corazones ; Tú, que extendiste los cielos como una piel (2) , y eriaste con solo tu palabra el sol para iluminar el dia , y la luna y las estrellas para alumbrar la noche (3): haces que el aire se humedezca con nieblas , encierras los vientos en un círculo, pones frenos á los mares , poblando sus aguas de peces , así como llenas la tierra de cuadrúpedos y réptiles, dándo- les alimento á todos , segun es tu voluntad: tú, Señor, que produ- ces en la superficie de la tierra tantas plantas, y adornas á cada ár- bol con su hermosura peculiar, óyeme , piadoso y compasivo , y cOn= cédeme la gracia de tener prole , para que pueda permanecer mi li- naje, y entónces se cierren los labios dolosos, . que hablan iniquidad contra el justo , con soberbia é insolencia (4).> (1) $. Isidor Thessalonic.,serm. in Nativit. V. M., n.* XXL (2) Psalm. 103, v. 2. (3) Gen.,cap. 1, v. 16. (4) Psalm. 30, v. 18, 19. S. Taras. Constantinop. , orat. in Deipar, Presentation., n.* HI

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