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207 fué una parte, y en la humana fué toda la naturaleza con todos sus individuos. Plugo al Señor tener misericordia de los hombres, y de- terminó. redimirlos enviando á su Hijo, para que se hiciese hombre, y le diese en la naturaleza humana una satisfaccion superabundante por la culpa de toda la humanidad. Y ¿qué resulta de ahí? Resulta respeo- to de los ángeles, que, en el órden de los honores, parece que que- dan en linea inferior á los hombres, atendido que Dios toma la natu- raleza de éstos, y nó la de aquéllos : sin embargo, esta inferioridad no es absoluta sino relativa: pues el que Dios no tomase la naturaleza angélica, no es para ella ninguna degradacion, ni sombra alguna. ¿Podrá acaso decirse que la naturaleza humana es sobre la angélica, porque Dios se dignó hacerse hombre y no quiso hacerse ángel ? No: ni la naturaleza humana ganó un solo grado-en sus propiedades , mi la angélica perdió en las suyas, Por. consiguiente, tampoco puede hacerse la comparacion entre los ángeles y la Virgen,.en órden á ser elevada ésta á dar vida temporal al Hijo de Dios , y no serlo ninguno de ellos: porque Dios quería ser engendrado , tomando un cuerpo hu- mano, lo que no podían darle los ángeles, porque son incorpóreos y no engendran, nison engendrados. Resulta, pues , que la Virgen es elevada sobre los ángeles por dar la naturaleza humana al Hijo de Dios , de una manera relativa, no absoluta , por no tener ellos. en su naturaleza potencia alguna, para entrar en competencia con la Vir- gen, con el fin de dar á Dios lo que ella le da. Resulta otra cosa parecida á ésta respecto del género humano y con relacion á la virginidad unida.á la maternidad. Dios había pro- metido á Adan, que de su linaje procederiala semilla santa, que des- haría la obra del enemigo (1). Desde entónces, y miéntras Dios no hablase, toda la naturaleza humana tenía un derecho solidario 4 dar una naturaleza singular, al que Dios prometía que había de salir de ella. Despues se dignó hablar Dios, seifalando la estirpe de que ha- bía de nacer el Mesías (2), y ya este gran honor se redujo á la des- cendencia de Abraham. Pero se sucedieron los siglos, la descenden= cia del Patriarca creció y fué numerosa como las arenas del mar, siendo todavía comun á todos los. individuos de esa gran familia. el derecho de dar vida y sér humano al que había de venir. Mas, otra vez habló Dios por boca de un Patriarca , nieto del primero, quien al morir rodeado de sus dos hijos , señaló al que tendría el alto honor de ser ascendiente directo de Aquél cuyos ojos , decía el anciano mori bundo, son más hermosos que el vino, y sus dientes más blancos que la leche (3). Ultimamente llegando la familia de Judá 4 ser tan gran- de, que podia ella sola formar una nacion , quiso Dios designar la fa- ) Gen., cap. 3, v. 15, ) Gen., cap. 42, v. 3. (3) Gen. cap. 49, y 412. 0 — ( (
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