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A A 12 las adecuadas 4 lo que pretendían significar, tenían que pedir al cielo su luz, sus astros, su lucidez, su incorrup- tibilidad; 4 la tierra, sus más ricos metales, sus mís ex- quisitás piedras, sus más copiosos veneros; á las flores, sus aromas; á la rosa, sus atractivos; al clavel, sus colores pur— purados; al lirio, suvida solitaria; ú la azucena, su blancu- a; y 4 la vegetacion entera, su magnífica riqueza, para dar 4. la Virgen la incorraptibilidad del cedro, la esbel- tez de la palma; la fecundidad de la vid, la elevacion del ciprés, lo oloroso de la canela, y lo suave y abundoso del olivo. Noes posible saber siquiera medianamente lo que estos hombres han escrito sobre las grandezas de la Virgen, sino es' despues de haber pasado uno todasu vida en el estudio de sus obras. Y para entendér algo: de lo que han dicho, es preciso tener mucho amor de Dios, ser casto en pensamien= tos, palabras y obras, como lo eran ellos, y profesar tam- bien mucho afecto 4 la misma Virgen. Todo lo que un hombre trasportado por un rapto de amor vehemente , y elevado en sublime éxtasis de una belleza, que tiene ocu- padas todas $us potencias, pudiera. decir en ardiente poe- sía para ponderar las perfecciones reales ó ideales del ob= ¿eto de sus-pensamientos, es una débil sombra de lo que han dicho los Santos Padres al tratar de describir las de la Virgen. Parecen unos séres que entran en suave deliquio, y seinternan en las regiones del empireo, donde todo lo bello y hermoso.es de una naturaleza desconocida al pobre mortal ; y que despues de verlo: y tocarlo, lo refieren á los que andamos en la tierra, dejíndonos con miel en los labios, con melodía. en los oidos, con resplandores en el alma, con júbilo en eleorazon, pero sin poder hacer otra cosa sino alabar y bendecir al Señor, diciendo que su Madre es más hermosa que todas las hermosuras, más bella que todas las bellezas, y más perfecta que todas las perfecciones que