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170 quien llamarás Jesus: éste será grande y será llamado Hijo del Altisi- mo.» ¿Cómo puede suceder esto , contestó la Virgen, pues tengo propósito: de no conocer varon ? En esta primera parte de la embajada del ángel y de la respuesta de la Virgen , ésta declara, que segun el curso ordinario de las cosas , nunca podría ella ser madre : más toda- vía; á pesar de anunciarse 4 la Vírgen; que su Hijo ha de levantar el trono de David su padre para reinar en él para siempre, ella lo re- nuncia todo , si para ello tuviese que faltar á su voto de conservarse siempre vírgen , y no conocer varón alguno. En la segunda parte de esta embajada , es donde se desenbre ya, bajo qué título la Virgen pertenece al Espíritu Santo. El ángel descu- bre á la Virgen en toda su luz el misterio inefable de la Encarnacion; ningun agente humano tendrá parte en esa obra fuera de ella misma; el hijo que ha de nacer de ella será Hijo de Dios; y para que este portento se cumpla , el Espíritu Santo descenderá sobre" ella, y la virtud del Altísimo la cubrirá con su sombra, y hará con su 'omnipo tencia que sia obra' de varón , se forme en su seno virginal el cuerpo de su Hijo, el eval será llamado Hijo del Altísimo (1). No se descubren todos los designios de la augusta Trinidad res- pecto de la Virgen , hasta que el enviado del cielo no hace patente la segunda parte de su embajada. Todas las personas divinas han de poseer ú la Virgen , y ésta les ha de pertenecer ; pero esta pertenen- cia ha de estar en armonía con el origen y procedencia; que. tienen esas mismas personas: al Padre, que no procede de nadie y engendra á su Hijo , ha de pertenecer como su Hija querida, porque la da este mismo Hijo , para que ella lo engendre en el tiempo, así. como él lo engendra en la eternidad: al Hijo, que es engendrado y viene del Pa- dre como de principio eterno, le ha de pertenecer como- principio de la nueva vida que va á tener; pues así como debe á su Padre su divi- nidad , por ser engendrado por él eternamente Dios , así tambien debe á la Virgen la humanidad, pues ella lo engendra hombre Dios. Pero al Espiritu Santo va á pertenecer de:otro modo, el cual está en ar- monía con su procedencia del Padre y del Hijo, contrayendo conla Virgen un vínculo de union de voluntades, de comunion de intereses, de identidad de fin; pues así como el Espíritu Santo es el lazo eterno, que uno al Padre y al Hijo de quienes procede , así en la Encarna- cion del Hijo en las entrañas de la Virgen, es él quien ha de llevar 4 su último fin cuanto en los consejos divinos se ha determinado, para que la generacion temporal del Verbo se ejecute sin detrimento de la integridad de la misma Virgen. El Padre envía al Hijo para que se haga hombre , y el Padre y el Hijo envían al Espiritu Santo, para (1) Luc., cap. 4, v. 32.
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