BCCPAM000542-2-34000000000000
162 fable para nuestra lengua, pero ¿gnable y encantador para nuestro Corazon. Para examinar por tanto la naturaleza de estas relaciones que hay entre tal Hijo y tal Madre , es más óbvio contemplar los afectos ma= ternales del corazon de ésta; pues si bien son tan inefables como la causa que los produce , los podemos rastrear por lo que vemos. y pal- pamos en nuestras propias madres , aunque al fin- nos veamos preci— sados á decir que intentamos conocer la luz por las tinieblas , las rea- lidades por las sombrás. El gran resorte de las acciones de la Virgen es al amor; el. amor de Dios., el cual, si bien fué siempre el. mismo en su corazon, buvo sin-embargo dos períodos : uno que duró miéntras fué Virgen, -otro que empieza desde que , sin dejar de ser Virgen, fué Madre. En aquel período , el amor de María era de una naturaleza desconocida á los ángeles y á los hombres; pero tan pronto como concibió en su se- no al Hijo de Dios , empieza este amor á ser inefable y hasta tiene tin- tes de inlinito, porque «tiende 4 asimilarse al amor increado que el Eterno Padre tiene 4 su Hijo..Sí, Dios engendra á su Hijo, dándole cuanto ól'es, y cuanto posee.por esencia, su sabiduría, su omuipoten- cia, suinmensidad; el Padre comunica 4 su Hijo por-la generacion cuanto él posée, produciéndolo resplandor. de su gloria. , figura de su sustancia, no reservándose sino lo que no puede. comunicarle , que es su personalidad y las propiedades inherentes á la paternidad. María hace respectivamente otro tanto.con este Hijo de Dios.; para que sea al mismo tiempo Hijo. suyo. En efecto, María es hija de Abrahám y de David, y hace que:e Hijo.de Dios sea tambien Hijo: del mayor Patriarca y del gran Rey: María da á Dios cuanto ella tiene , su sangre para que sea concebido, su seno para que sea engendrado , y hace. que el Hijo de Dios sea Hijo.de Adan. María consiente en ser la Madre del Mesías , y en su seno purísimo se realiza el primer. acto de la. omnipotencia, en que concurren la naturaleza divina y la humana , la. persona del Verbo. y la cooperacion de María. Allí es donde por primera vez Dios es hom- bre, mortal, pasible: y el hombre-es Dios inmortal, impasible, infi; nito, comunicándose -mútuamente las naturalezas. divina y - humana sin confundirse , sin mezclarse; y todo esto se hace porque la persona del Hijo de Dios sustenta ambas naturalezas; y porque María da á es- ta persona divina cuanto necesita para ser. verdadero hijo del hombre. ¡Misterio sublime! ¡Dignidad inefable-Ja.de la “maternidad - divina de María ! Entre tanto, ¿quién no ve.que, como dice David , Dios oye los de- seos de los. pobres y escucha la preparacion. de sus corazones? -(1)
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz