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A TT A sl hi] , 10 vino, cuando reciba de una criatura una naturaleza, en la cual, sin dejar de ser Dios, sea al mismo tiempo hijo de David y de Abraham ! Pero ¡qué sublimidad y excelencia tendrá esta Virgen, cuando dé al Hijo de Dios, que lo será suyo, cuanto ella tiene por derecho de naturaleza, y lo ha- ga, por sólo engendrarlo, hijo de Abraham, y heredero del trono de su padre David! Será esta Virgen el lazo de oro, que una en un solo punto lo presente, lo pasadoy lofuturo, el cielo con la tierra, á Dios con el hombre, el tiempo con la eternidad, lo inmenso con lo limitado en el órden de las cosas invisibles; y en el de las visibles lo más elevado, es- plendentey honorifico de la sociedad humana, con lo que la misma sociedad reputa por vil y despreciable. Las genera- ciones de veinte siglos han ido acumulando glorias impe- recederas, que serán la aureola de la Virgen, por cuya apa- ricion suspiran; pero ella se las dará 4 su Hijo. Tiene ella derecho á cien coronas, que han adornado las sienes de sus abuelos: masno quiere retenerlas, sino es para trasladarlas ¿su Hijo. Todas esas grandezas son el patrimonio de Maria. Sin embargo de esto, esta Virgen que tiene derecho á ser Reina y Señora en el mundo, no pasa de ser una pobre desvalida, que no posee bienes terrenos, ni cosa alguna de tantas como poseyeron sus ascendientes. Pero aquí es don- de más grande aparece la sabiduria divina:- porque siendo pobre, dará 4 su Hijo la pobreza; siendo oscura, le tras- mitirá la oscuridad; hallándose abyecta y despreciada:, le preparará el camino de la abyeccion; y siendo desconoci- da de los mundanos, introducirá al Hijo de Dios en el mun- do, sin que sus hijos lo aplaudan. Y entre tanto, hé aquí cumplidas todas las palabras divinas, que parecian in- compatibles, en la persona del Redentor futuro: es infini- tamente rico, y aparece pobre; es eminentemente sublime, y se deja ver abyecto; tiene derecho al más alto señorio, y entra en la tierra en forma de siervo , adoptando esté me-