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151 lativos; Siendo el Hijo de Maria'el mismo que el Padre engendra desde la eternidad, resulta que en la generacion temporal del Hijo de' Dios no podía haber padre, pues de otro.modo: ya no sería hijo de Dios el Hijo de' Maria , sino hijo del padre que «concurriera á la generacion. Entre tanto, para que la naturaleza divina.se uniese á la humana, tenía: que ser ésta completa, acabada y perfecta. El Hijo de Dios, que María engendraría en su seno , tenía que ser hijo de Adan, de Abráhán y de David ; y no podía serlo , si no tuviese su misma na- turaleza. Y ¿cómo sería verdadero Hijo de David , si no tenía un padre de la misma estirpe que lo.engendrase? Pero este es el gran portento, cuyos resultados inmediatos son por parte de la Virgen el relacionarse bajo: tres conceptos distintos con las: tres divinas personas, por haber tomado todas tres parte directa en la Encarnacion, aunque cada una á su modo. La naturaleza humana del Hijo de Dios tenia que ser y sería per- fectísima :en:todas sus partes; y ¡cosa singular! para que así fuese, no:sóló no habia necesidad de que concurriesen todas las condiciones delvórden' natural, que concurren en los demas individuos de la es- pecie humana para que existan, sino que era absolutamente indis- pensable que algunas de ellas faltasen; y si no faltaban, Dios no se haría jamás hombre , ni el Hijo de Maria sería Hijo de Dios. Es de- cir, que en la generacion temporal del Verbo divino tenia que faltar el primer agente de la generacion natural, que es el padre , y no de- bía haber el último resultado ó la última terminación natural de- la generacion, que es la persona, ó lo que:los filósofos llaman la subsis- tencia dela naturaleza incomunicable, pues termina en ella toda la tendencia ó todo el intento de la generacion: el padre comunica á su hijo su esencia , su naturaleza , sus propiedades, su semejanza , pero no puede comunicarle su propia persona, porque esta es incomuni- cable. La fe nos enseña, que el Verbo Eterno, el Hijo de Dios, Dios eterno, inmenso é infinito, se hizo hombre en el seno de la Virgen María. Tambien nos dice, que en esta accion portentosa no hubo más generante humano que la Virgen. La Virgen María engendró real y verdaderamente al Hijo de Dios. Mas ¿cómo lo engendró? ¿Cuál fué el momento, en que la Virgen concurrió con el Eterno Pa- dre como Madre de su Hijo, á engendrarlo en su purísimo vientre? ¿Qué relaciones sobrevinieron á la Virgen desde aquel instante, no como quiera con Dios, sino con Dios Padre , con Dios Hijo, con Dios Espíritu Santo? La resolucion de estas tres preguntas es el compendio de todas las grandezas de la Virgen; y una vez entendido lo que esas relaciones encierran , se echa de ver que desde luego hay entre Ma- ría y el Hijo de Dios una relacion de agnacion natural; entre María y Dios Padre , de cognacion, por ser Madre en la generacion tem- y y 4 1 0 dl 5 1 > 3 Ma