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l | ' ye 142 de y admirable la existencia de la Vírgen, ora en los decretos divinos, ora en la plenitud de los tiempos, y dice ásí: «Y además, en gracia de esta Virgen fué formado el hombre al principio, y se extendieron los cielos, y fué producida la tierra con todas aquellas cosas que fue— ron hechas para el hombre. Porque, teniendo Dios prevista la caida de Adan , nunca lo hubiera criado , si no hubiese decretado al mismo tiempo su reparacion; mas , el remedio de $us males pendería de aquella Virgen, siempre sin mancilla; por lo que se ve claro que el hombre ha sido criado por ella, y asimismo cuanto fué hecho ántes, y cuanto fué hecho despues por el mismo hombre. Y por tanto se puede inferir de todo esto , que jamás habría llegado el momento en que la bondad divina se manifestase y derramase desde el principio, ni se hubiera dado el caso de que criatura alguna enarrase la gloria de Dios, si ántes no hubiese resplandecido en los ojos del artífice el fulgor luminoso, que procedía de la plenitud de las gracias de la Vir- gen; porque Dios no habría criado,Jo que no hubiese podido llegar, cuanto es posible, á su perfeccion. Y como nadie haya levantado al hombre de la caida, ni dado más esplendor á los espíritus incorpó— reos, ni llevado á estado más perfecto á cualquiera de las criaturas, excepto aquella alma , que es la más eminente en el órden ríatural, y nó sin razon:se llama divina, consta consla mayor claridad, que á ella se le debe que Dios haya aparecido Criador , y que tengan exis- tencia cuantas cosas hay , y expresan en sus perfecciones el piélago de su bondad (1).»-4 Es muy notable la armonía que existe entre estas sentencias de los Santos Padres , y lo que se lee en los libros sagrados acerca de la intervencion de la Sabiduría increada en las obras de la creacion; pero tambien lo es, que la Santa Madre Iglesia lea en su sagrada li- turgía todas esas excelencias de la Sabiduría increada, cuando cele- bra las solemnidades de la Virgen (2); porque esta aplicacion com- prueba que los Santos Padres han audado muy acertados cuando han dicho que la Virgen ha sido la causa moral que movió á Dios á criar el mundo y adornarlo con tantas bellezas, bastándole el tener pre= sente en su entendimiento la existencia futura de la Virgen, pues áun lo que pertenece á sus atributos divinos, guardada la proporcion de la naturaleza criada de la misma Virgen. Véase lo que dice San lsi- doro de Tesalónica : «El profeta David habló de la Virgen cuando dijo que nos llenariamos en los bienes de su casa. Esta Virgen es el camino, la verdad y la vida; porque ella es cuanto es el que nació de ella.» Serm. de Annuntiation., n.* XX.) (1) Serm. de Annuntiat., n.” XXIL (2) Tam divina est Maria , ut quidquid Seriptura dicit de Sapientia divina, Ecclesia dicat de Maria. (Gerson, Serm. de Concept. Virgin.)