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| CA ARTE HAZ AT 108 su Hijo, que le pida lo que Buste , supuesto que suyos son los confines del mundo y suyas las naciones de la tierra ; este diálogo mediaba entre el Padre y el Hijo en los dias:de la eternidad (1)..No había pa- sado en silencio que había de ser: apostólica:, pues tendria sus ci- mientos en los montes santos (2), que son los apóstoles, cuya voz se derramaría por toda la tierra, penetrando sus ecos hasta los más re- motos ángulos del:mundo , y dejándose oir su palabra en toda tribu, en toda lengua y en todo idioma (3), y obteriendo en todas partes un principado que nadie podría quitarles , porque iría trasmitiéndose con sucesion legítima de generacion en generacion (4). Pero es muy digno de notarse , que si bien las prerogativas de la Iglesia, las grandezas de sus hijos, el saber de sus apóstoles, las glo- rías de los mártires, y cuanto sucedería en ella hasta la consumacion de los siglos , había sido prefigurado , descrito y delineado en cien y cien símbolos y anunciado en mil vaticinios, apénas hay más que al- guna que otra persona de esta innumerable muchedumbre , que haya sido objeto de profecía. Si se registran las edades remotas de los cre yentes, vemos anunciados en profecía algunos hombres singulares. Isaac es prometido un año ántes que naciera (5): todavía están Ja- cob y Esaú encerrados en el seno materno , cuando son revelados los destinos temporales , que ellos y sus descendientes han de tener (6). Un ángel anuncia á la mujer de Manue que tendría un hijo á pesar de ser estéril, el cual sería el terror de los enemigos de Israel (7): estos hombres existieron ya en la mente de sus padres ántes de ser “conce- bidos , sin pasar el objeto de la profecía de un círculo corto, como es un año. Si adelantamos en la marcha de los tiempos, vemos que la existencia del rey Josías es anunciada cuatro siglos ántes que nacie- ra (8), y la del rey Ciro lo es tambien cien años ántes (9): sin que haya habido otros hombres acerca de cuya venida, ó cualidades, ó excelencias , hayan hablado los Profetas. En el Testamento nuevo su- cede otro tanto, pues tan sólo el que iba á cerrar el antiguo, seña- lando con el dedo al que quitaba el pecado del mundo, mereció que un ángel le anunciase ántes de ser concebido, describiendo su tenor de vida, su ministerio, su predicacion y su oficio de precursor (10): de todos lus demas santos y fieles, que pertenecían á la Iglesia, de sus nombres y de su vida en particular , el silencio es profundo , y nada dijo la profecía. . (1) Psalm. 2, v. 8. (6) Ibid., cap. 25, y. 23. (2) Psalm. 86, y. 1. ; (7) Judic., cap. 13, v. 4. (3) Psalm. 18, v.3,6. (8) 3Reg., cap. 13, y. 2. (4) 1d..44 y. 417. (9) Isai., cap, 44, v. 28. 35) Gen.,cap. 18, v. 10. (10) Luc., cap. 1, vv. 13, 14, 45.

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