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¡dio a ENS1 PERN DÓA , O a ñ 7 A 98 lo consideremos , pues es la perfeccion por esencia. Pere hay otros muchos séres que han sido tipos de cosas venideras, los cuales eran imperfectos por naturaleza, y sin embargo, en muchas acciones 6 escenas de su vida prefiguraron al que, siendo perfectisimo por esencia, tomaría la naturaleza humana, y consumaría en el último grado de perfeccion lo que ellos delineaban en sombras, y áun hallán- dose más de una vez afeada su vida moral con faltas gravísimas. Y en esta categoría encontramos á Betsabé, la cual fué tipo de la criatura más perfecta que ha salido de las manos divinas: pero es preciso ad- vertir, que ninguno de los tipos , que prefiguraron á Jesucristo 04 su Madre , tuvo que ser perfecto, sino en aquello que Dios quería que hiciesen para representarlos. En su vida privada ó pública pudo haber muchas imperfecciones , y áun crímenes, como los hubo en David en todo aquello que tiene relacion con Urtas y su consorte; pero en aquello que tenía por disposicion divina una significacion misterio- sa, había tanta perfeccion , cuanta cabía en la accion y en quien la ejecutaba. ¿Qué diferencia no hay de David saliendo en el valle del Te- rebinto á combatir con Goliat, llevando un báculo y sus cinco peladi- llas, 4 David robándose una mujer ajena, y escribiendo á Joab des- pues de su adulterio? Aquí es tipo del pecador, que va de un abismo á otro: allílo es perfecto y cabal del que saldría un dia á combatir con Satanás , llevando por toda arma su cruz. ¡Cuánta perfeccion allí! ¡Cuánto crímen aquí! Otro tanto vemos en Betsabé, tipo de María. ¿Quién ignora lo que fué esta mujer? Ora cediese á las seducciones, 6 temiese la indig- nacion de un Rey poderoso, ello es cierto, que faltó á la fidelidad conyugal y cometió un crímen, que la volvía gran pecadora delante de Dios , y áun la hacía digna de muerte en presencia de la ley. Pero my pronto cambiaron las circunstancias : sin que ella tuviese la más ligera participacion en el crímen meditado por su seductor, prepara= do por un general del ejército dei rey , y llevado á cabo por las sae tas de los Moabitas y Ammonitas , muy pronto se halló desatada de los vínculos sagrados que la unían con su marido ; y la que ántes era esposa de un capitan, pasó á ser la mujer legítima de un rey santo, pues había hecho éste penitencia de sus extravíos , y Dios le“había perdonado sus pecados. Desde ese momento , y no ántes, empieza la reina Betsabé su vida pública , en la cual se han de descubrir “rasgos admirables, que preludian las grandezas que han de caber á otra mujer ; cuyas huellas ella sombreaba. Betsabé es la madre del hijo más querido de David, pues promete á aquélla con juramento que, despues de él, sólo se ha de sentar en su trono su hijo Salomon (1). Para esta mujer se, reser- (1) 3Reg., cap. 1, v. 17.

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